Rodrigo Infante Casanello es el nuevo presidente de Shell Chile. Su llegada coincide con insistentes versiones sobre el interés del grupo anglo-holandés de abandonar el mercado nacional y de Argentina. Sólo hace un par de semanas Shell vendió a la brasileña Petrobras la red de bencineras de Paraguay, Uruguay, Colombia, y a Enap la de Ecuador. La multinacional se desprendió de 327 estaciones de servicios.
Las ventas coincidieron también con la decisión del ex presidente de Shell Chile, Francisco Mualim, de dejar el grupo para asumir el 1 de febrero la gerencia general de Essbío, empresa sanitaria controlada por Thames Water.
Infante, en entrevista con La Tercera, admite que Shell está dando que hablar y que hay petroleras como Petrobras que desean ampliar sus operaciones en la región. Por lo mismo, prefiere dar luces sobre la estrategia que seguirá el grupo en América Latina. El mensaje es preciso y directo: «Shell permanecerá muchos años en Argentina y Chile. No está previsto vender estas operaciones».
Además, indica que la salida de Mualim simplemente coincidió con las desinversiones que se gestaron en otros países. Explica que el ex presidente de Shell estaba cumpliendo su ciclo en la compañía -este cargo rota cada unos cinco años- y que ahora correspondía que tomara otras funciones en el exterior. Mualim habría optado por asumir nuevos desafíos en otra empresa en el país.
Infante agrega que Shell sigue interesado en Chile por dos razones fundamentales: la rentabilidad del negocio y el peso que posee en el mercado. Si bien la incidencia de Chile es bastante menor a la de Brasil, aclara que para el grupo es muy importante tener el 20% de un mercado como el chileno y ser el segundo actor relevante de la industria.
Planes en Chile
En Chile, Shell está apostando por aumentar el 17% de participación que tienen en el mercado de combustibles y el 21% en la venta de gasolinas. Asegura que en el segmento de retail invertirán entre US millones y US0 millones este año, recursos que irán a 10 nuevas estaciones de servicio.
En este negocio también terminarán el proceso de racionalización de la cadena de distribución que incluye la venta de estaciones de servicio menos atractivas. Unas cinco fueron afectadas por las obras viales de las autopistas urbanas, que redujeron el flujo vehicular hacia sus ubicaciones.
Shell también se expandirá en el área industrial a través de nuevos contratos de suministro con las mineras. Ya abastecen El Abra y Candelaria y recientemente cerraron con Anglo American.
Por último, Shell tiene los ojos puestos en la venta de gas natural licuado a Chile. La multinacional, a través de una subsidiara que opera en Australia, ya entregó una oferta a firme a Enap en el marco del proceso de licitación que lleva a cabo la petrolera junto a los potenciales consumidores de ese combustible.
Sólo mercados atractivos
Respecto de la estrategia mundial de Shell, Infante recuerda que en 2004 la multinacional decidió privilegiar la exploración y producción de petróleo, y mantenerse en el área de distribución de combustible sólo en los mercados más atractivos. Por este motivo Shell revisó los activos que tenía en el mundo y vendió las operaciones menos relevantes de Sudamérica.
En la región se quedará con Argentina, Chile y Brasil, lo que suma una red de 3.500 estaciones de servicios. De éstas, unas 330 están en nuestro país. Además, mantendrán las operaciones en Centroamérica y República Dominicana.
El ejecutivo que sufrió a Kirchner
Rodrigo Infante, como gerente de ventas y operaciones de retail de Chile y Argentina, sufrió en 2005 la ira del Presidente Néstor Kirchner, quien llamó a la población a vetar a Shell por subir los precios. Pérdida de confianza y una caída de tres puntos en la participación de mercado fue el costo que asumieron. Infante recuerda que marzo y abril fueron meses duros. Tuvieron que armar una campaña mediática y gastar varios millones de dólares para seducir a los clientes, lo que incluyó un trabajo directo en las estaciones de servicios. Al final del año, lograron recuperar el 20% que tenían en ese mercado.
Fuente: La Tercera.