Ad portas de cumplir dos meses al mando de la segunda generadora eléctrica del Sistema Interconectado Central (SIC), el nuevo gerente general de Colbún, Bernardo Larraín Matte (ingeniero comercial de Universidad Católica, 39 años) ya tiene trazada su hoja de ruta. Su principal objetivo para los próximos 3 ó 4 años será minimizar el impacto de la doble contingencia que se produjo en el país, por falta de agua y gas, plantea.
Una de las razones que llevó al Grupo Matte a tomar el control de Colbún -fusionando sus empresas hidroeléctricas Cenelca e Hidroeléctrica Guardia Vieja- fue la necesidad de fortalecerla frente a su alta exposición a los recortes de gas desde Argentina. Por esto, el plan de inversiones al que Larraín dará curso en los próximos años lleva el sello Matte en el sector: están enfocadas, principalmente, a centrales hidroeléctricas por 645 MW, en las que considerando los actuales proyectos y futuros invertirán US80 millones.
Tras esta apuesta, la matriz energética de Colbún pasará a ser predominantemente hídrica. Esta energía que representa el 49% de la potencia de la generadora, pasará en los próximos años a controlar el 53,5%, alcanzando los 1.731 Mw de su generación. En tanto, en los próximos 3 a 4 años, la porción térmica se incrementará hasta los 1.505 MW, si se considera la nueva central a carbón (350 MW) que estudian construir. Con ello, su predominancia baja desde 51% al 47,5% del total de la matriz que, de acuerdo a los proyectos en carpeta totalizará 3.236 MW.
Bernardo Larraín, reconoce que tomar las riendas de Colbún es “una gran responsabilidad y desafío”.
-¿Cuál es el sello que buscará imprimir a su gestión?
-El equipo de ejecutivos de Colbún tiene un sello de mucho profesionalismo, seriedad y rigurosidad que se debe mantener. Mi incorporación es consecuencia de un nuevo controlador para quién Colbún pasa a ser uno de sus principales negocios y que se quiere involucrar fuertemente en su desarrollo de largo plazo.
– ¿Hacia dónde quiere llevar la compañía?
-Colbún y el sector en general está en un momento complicado (a pesar de que como consecuencia de las muy favorables condiciones hidrológicas el año cerró bastante favorable) por cuanto depende considerablemente de factores exógenos, como el suministro de gas argentino, y como consecuencia de él, una mayor dependencia de las condiciones hidrológicas. Colbún, en particular, basó su desarrollo reciente y su captación de clientes en centrales abastecidas de gas argentino, por lo que actualmente si no tiene una condición hidrológica favorable debe recurrir a combustibles alternativos como el diesel, que más que cuadruplican el costo de un ciclo combinado.
Nuestro desafío para los próximos 3 o 4 años (hasta que no llegue GNL a precios competitivos o entren en operación nuestros proyectos) es minimizar el impacto de la doble contingencia referida, gas y lluvias.
Para el largo plazo estamos estudiando y desarrollando proyectos hidroeléctricos y a carbón que nos permitirán acompañar el crecimiento de la demanda eléctrica.
-¿Qué medidas adoptará para disminuir el impacto de la crisis del gas?
-El único suministro alternativo para nuestras plantas térmicas es el diesel. Para minimizar el impacto hay que tener las instalaciones y la logística preparada para abastecer las plantas con diesel, hay que maximizar las compras de gas por la vía del mecanismo de Swap con generadores argentinos y finalmente, acelerar la puesta en marcha de los proyectos que están en construcción como son Quilleco y Hornitos.
Inversiones
-¿Qué obras considera el plan de inversiones por cerca de US00 millones que planea para Colbún?
-En ejecución tenemos 3 proyectos: Quilleco, Hornitos y Chiburgo que suman 145 MW y una inversión de sobre US80 millones. En etapa de estudios -ubicación, estudio de impacto ambiental, etc- está una central a carbón de aproximadamente 350 MW y una inversión de US50 millones; Y finalmente, tenemos proyectos hidroeléctricos que aprovechan derechos de agua que la compañía posee y que podrían alcanzar unos 500 MW con inversiones de US00 millones.
-¿Cómo prevé la situación energética del país?
-Si bien como consecuencia de la muy favorable condición hidrológica de la segunda mitad del año 2005, la situación energética del país se ve holgada, a partir de abril – mayo se vuelve a barajar el naipe hidrológico por lo que volvemos a lo que será el sino del sector para los próximos 3 años: la doble contingencia de gas y lluvias. Respecto del gas no hay razones objetivas para pensar en un mejoramiento del suministro Argentino y por otro lado, sigue creciendo la demanda y no hay grandes proyectos con excepción de Las Vegas (AES Gener) San Isidro II (Endesa) y los nuestros hidroeléctricos (Quilleco, Chiburgo y Hornitos) que entren en operación en el período 2006-2009. En definitiva la situación seguirá siendo estrecha.
GNL requiere precios competitivos
Colbún, al igual que las generadoras Endesa, AES Gener, la petrolera estatal ENAP y las distribuidora de gas natural Metrogas forma parte del pool de consumidores de Gas Natural Licuado (GNL), que el próximo 15 de febrero debería adjudicar la construcción y operación de la planta de regasificación, además de la provisión del hidrocarburo.
El gerente general de Colbún, Bernardo Larraín, explica que el interés de la generadora en el GNL radica en que su parque térmico requiere de “un suministro que nos dé más independencia de los proveedores regionales y a precios que sean competitivos con las tecnologías y suministros alternativas”.
-¿Considera el GNL para el desarrollo de nuevas centrales?
-Para que se desarrollen nuevas centrales con GNL, su precio lo debe hacer competitivo a desarrollos alternativos como es el carbón. La situación actual del mercado GNL ha implicado precios spot históricamente muy altos, por lo que habrá que esperar que condiciones se pueden obtener para suministros de largo plazo para ver si se justifican nuevos desarrollos.
Fuente: El Diario.