«Acá el tema es cómo hacer que Chile tenga lo que Argentina no le puede dar: gas». Con estas palabras, la analista política argentina Graciela Römer resume lo que entiende será el corazón de las negociaciones comerciales en la visita de Estado que, mañana (martes) iniciará la Presidenta Bachelet a Argentina.
La Mandataria arribará con su gabinete y se anticipa que la ministra de Minería y Energía, Karen Poniachik, se reunirá con el ministro de Infraestructura argentino, Julio De Vido, en busca de establecer un horizonte de suministro de gas donde los cortes sean los menos posibles y se renueven contratos de abastecimiento.
En tanto, el Canciller argentino, Jorge Taiana, desmintió que su gobierno esté realizando gestiones con Bolivia y Venezuela para asegurar el suministro de gas a Chile: «Nosotros no somos mediadores de nadie», indicó.
Taiana aseguró que «está claro que (el gas) es un recurso escaso (…) es necesario un desarrollo energético grande en América del Sur, que permita a los países solucionar sus necesidades energéticas en un plazo razonable».
Y agregó que, en esa línea, «son varias las iniciativas en las que Argentina trabaja intensamente» para llegar a esta meta. En particular en el Gasoducto de Sudamérica. Sobre esto dijo que hasta ahora se han producido reuniones técnicas en vistas a establecer los elementos de ingeniería para el proyecto.
Una fuente distinta, ligada al gobierno, dijo sobre el mega-gasoducto que «Kirchner es el Presidente que más impulsa la iniciativa» y que «todos están muy optimistas, pero también hay mucho voluntarismo, en particular desde la Presidencia».
¿Alcanzará? Sucede que Argentina está corriendo una carrera contra sí misma: cada día que pasa devora más energía a tasas sorprendentes.
Fuente: Emol.