Decisiones políticas y niveles de inversión más altos ayudarán a romper el cuello de botella de la economía del NOA, el punto donde los problemas de comercialización con el mercado interno e internacional hacen llegar a las producciones a un techo de crecimiento. Una deuda económica, a mediano y largo plazo, comienza a ser una deuda social para el desarrollo.
Un estudio preliminar del Laboratorio de Investigaciones para la Gestión y el Desarrollo del Hábitat de la Universidad Nacional de Tucumán revela que un conjunto de debilidades socio económicas limita las posibilidades futuras de la consolidación de una nueva base económica. Algunas de las más significativas son: el desequilibrio territorial, deterioro progresivo de los recursos naturales, inequidad social frente a las oportunidades, baja calidad de vida de sus habitantes y atraso en los procesos de modernización.
Por otro lado, la lenta reinserción de Argentina en el comercio mundial ofrece mejores perspectivas para la producción. Entre 1993 y 2003 las producciones agrícolas tuvieron un ritmo de crecimiento sostenido: la soja subió su producción 317%, el trigo un 403% y el tabaco un 22%. Por su parte, la minería creció un 70% entre 1990 y 2000, y se estima que llegará aun 64% más para dentro de diez años más.
La región presenta ventajas productivas en su entorno natural que podrían consolidar un modelo de desarrollo sustentable. El desafío económico será generar mayores obras de infraestructura para la producción de bienes que permitan generar una real cadena de valor para la economía regional.
La urgencia del Ferrocarril Belgrano
La comunicación terrestre entre los distintos puntos de la cadena industrial es uno de los puntos que hoy quita rentabilidad. El NOA cuanta con 21.100 kilómetros de red vial (el 12% del total de Argentina), de los cuales sólo 6.000 están pavimentados. «Una de los problemas más importantes está dados por la capacidad de transporte y sus costos.
Esto confluye en uno de los temas que fueron de las principales preocupaciones del año: la reactivación del FF.CC. Belgrano Cargas. Nos vemos obligados a cargar por camión y eso tiene entre el 20 y el 30% más en los costos de flete», dice Guillermo Jakulica, presidente de la Unión Industrial de Salta (UIS).
Las provincias del NOA aguardan que finalmente la reactivación del Belgrano Cargas se concrete también por el entorno de desarrollo social alrededor de las estaciones y las redes que genera. Si el gobierno acepta la propuesta de Shima SA, el consorcio chino – argentino que encabeza el Grupo Macri, las tareas por la reactivación de la línea podrían comenzar este mismo año y asegurarían un inversión de más de .000 millones de pesos para el sector.
Una vez finalizada la obra, el tren servirá para transportar materias primas y productos terminados hacia los mercados asiáticos vía el puerto de Mejillones, en Chile.
El proyecto energético
La línea energética NOA NEA de 500 kW para traer energía eléctrica desde las represas hidroeléctricas del Paraná aún está en carpeta pero, el gasoducto de la Puna -financiado con fondos propios de la provincia de Salta y en construcción- permitirá llevar energía eléctrica a la Puna para que allí se establezcan más empresas mineras.
La obra demandará 7 millones de pesos en total, tiene un recorrido de 184 kilómetros que unen Jujuy y Salta y podría estar terminado para el año entrante. Actualmente, ya hay 5 kilómetros concretados y 22 más que están próximos.
Aunque el NOA ofrece un ambiente natural atractivo para la explotación minera, por la cantidad de metales que se pueden extraer en la cordillera, «la falta de infraestructura es uno de los principales problemas que hace dudar a las empresas mineras en instalarse en la región», dice Ricardo Alonso, secretario de Minería de Salta.
Cauqueva: Un ejemplo de
organización cooperativa
La Cooperativa Agropecuaria y Artesanal Unión Quebrada y Valles (Cauqueva) es un ejemplo de autogestión productiva en Jujuy, que se propone ampliar aún más sus fronteras comerciales.
Cauqueva inició sus actividades en enero de 1996, luego de tres años de organización y capacitación, conformando grupos y asociaciones en 25 localidades de Jujuy y Salta con más de 140 pequeños productores para elevar el estándar de vida de sus socios a través de actividades productivas fruti hortícolas.
Actualmente, la producción tradicional de esa región es colocada en el primer mundo y la papa andina, especialmente, se ha transformado en un manjar para los restaurantes europeos.
La cooperativa, con base en Maimará, logró solucionar los problemas de comercialización de sus socios y así trabajar por el objetivo común de lograr mayor desarrollo humano y lograr desprendimiento de la brecha de Necesidades Básicas Insatisfechas de su entorno regional más próximo.
El emprendimiento ya consiguió bajar los costos de labranza un 30%, de insumos un 25%, el de los envases de madera en un 17% para la comercialización de productos andinos que estaban en vías de desaparición como variedades de maíz y tubérculos andinos.
Por otra parte, la sustentabilidad del proyecto logró el aporte de financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo que le permitió a la cooperativa manejar su propia cartera de créditos y acceso directo al sistema bancario.
El problema del
sobrepastoreo
Los recursos forestales de la región NOA han sido afectados por dos factores: por un lado la explotación forestal que se sigue haciendo sin ningún control, y por el aspecto que aún no se contempla que es el impacto que ejerce la ganadería sin control.
Tucumán fue uno de ejemplos, siendo el mayor productor de maderas finas en las sierras subandinas, el ganado afectó a las plantaciones naturales de Cedro y Nogal depredando la mayoría de las plantaciones naturales. En toda la región NOA pasó lo mismo con el Quebracho colorado en Santiago del Estero, donde inclusive se construyeron ferrocarriles para extraer durmientes de esta madera.
Carlos Saravia Toledo, ecologista y experto en recursos naturales consultado habitualmente por los gobiernos de Latinoamérica explica que «en los campos del Norte donde se entró a criar ganado había miles de cabezas de vacunos y hoy no tienen más del 10%. Lo que en su momento atrajo población en la primera mitad del siglo XX ya se transformó en una zona netamente expulsora de población».
Para Saravia Toledo uno de los puntos fundamentales es construir alambrados de delimiten el territorio y ejercer mayor control estatal sobre el pastoreo indiscriminado. Según en Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en las zonas del Norte que se ha ordenado el territorio están produciendo de 100 a 120 kilos de carne por hectáreas por año, cuando en las zonas que no sólo 2.
Fuente: Corrientes Noticias.