(AméricaEconomía) El Gobierno de Argentina anunció el martes un acuerdo entre empresas, trabajadores y el Estado para reducir los costos de producción de gas en Vaca Muerta, en busca de inversiones que impulsen la explotación del megayacimiento de hidrocarburos no convencionales.
El anuncio tiene lugar en momentos en que el país atraviesa un severo déficit energético que, a su vez, golpea sobre su balanza comercial. El Gobierno aspira a revertir la situación con el desarrollo de Vaca Muerta y de energías alternativas.
El acuerdo, que necesitó de arduas negociaciones, implicará este año inversiones totales por US$5.000 millones -una cifra que se duplicará desde el 2018- por parte de las compañías que operan en la región, principalmente la local YPF, Chevron, Total, Shell y Pan American Energy.
«Hoy es un día que abre una etapa de futuro para la energía de nuestro país (…) Teníamos que dar garantías, certidumbres, para que vengan las inversiones», dijo el presidente Mauricio Macri al presentar el convenio.
Mediante el acuerdo, el Estado nacional se comprometió a mantener hasta el 2020 un precio mínimo para el gas de US$7,5 por millón de BTU en los pozos nuevos, mientras que el Gobierno de la provincia andina de Neuquén -donde está Vaca Muerta- garantizó la estabilidad tributaria.
A su vez, los poderosos sindicatos del sector aceptaron cambios en los rígidos convenios laborales que volvían muy costosa la explotación.
De las 19 concesiones otorgadas en el área, sólo dos se encuentran en explotación. Ahora el Gobierno aspira a que con la firma de este convenio las 17 concesiones restantes, que actualmente se encuentran en etapa piloto, comiencen a desarrollarse.
Vaca Muerta, un área de unos 30.000 kilómetros cuadrados que se encuentra en gran parte inexplorada, posee la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo no convencional.