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Energía: ventas a clientes libres se incrementó 4,8% durante 2021

Energía: ventas a clientes libres se incrementó 4,8% durante 2021

Un 4,8% de aumento experimentó la venta de energía a clientes libres durante el año pasado, equivalente a un total de 45.629 GWh, mientras que en el segmento de clientes regulados se registró un aumento de 4,3%, que se tradujo en 29.249 GWh, según indican los datos del Coordinador Eléctrico Nacional.

El mes que anotó la mayor expansión en las ventas a ambos tipos de clientes fue julio, con 6.556 GWh (8,6%), seguido de diciembre (6.456 GWh); agosto (6.476 GWh), y marzo (6.424 GWh). Por otro lado, los meses con menor crecimiento fueron los de febrero (5.698 GWh) y abril (5.995 GWh).

Ello provocó que las ventas acumuladas durante 2021 llegaran a 74.878 GWh.

Por su parte, la demanda máxima horaria del año pasado fue de 11.303 MWh/h, lo que significó un aumento de 3,6% respecto a 2020.

Ventas de energía a clientes libres suben en 3.988 GWh en un año

Las ventas de energía a clientes libres en el Sistema Eléctrico Nacional aumentaron en casi 4.000 GWh acumulados, entre noviembre de 2018 y 2019, de acuerdo con los datos consignados en el reporte mensual de Generadoras de Chile, donde también se registra una disminución en las ventas de energía a los clientes regulados, de 3.211 GWh acumulados en el mismo periodo.

En el documento se señala que las ventas de energía acumuladas a clientes libres entre enero y noviembre de 2018, llegaron a 34.276 GWh, mientras que entre enero y noviembre de 2019 anotaron 38.264 GWh.

[LEA TAMBIÉN: Explosión en número de clientes libres: pasan de 422 a 1.614 en menos de dos años]

Por su parte, las ventas a clientes regulados entre enero-noviembre 2018 marcaron 30.455 GWh, lo que disminuyó a 27.244 GWh en el mismo periodo de 2019.

Por meses

Según el reporte gremial, las ventas a clientes libres durante el año pasado registraron su mayor nivel en julio, anotando 3.688 GWh, mientras que el menor nivel fue en febrero, con 3.259 GWh.

Las ventas a clientes regulados, por su lado, tuvieron su mayor registro en julio con 2.612 GWh, mientras que el menor nivel fue en febrero con 2.339 GWh.

Colbún anticipa mayores ventas a clientes libres en 2023

Colbún anticipa mayores ventas a clientes libres en 2023

Una actualización de los avances de su Agenda Estratégica y los planes para 2023 realizó la empresa generadora de energía y soluciones energéticas Colbún S.A. durante su quinta versión del Día del Inversionista, la cual se realizó este miércoles en formato híbrido con la presencia de más de 110 representantes de bancos de inversión, corredoras, fondos institucionales y AFP.

Al abrir la jornada, el presidente del Directorio de Colbún S.A., Hernán Rodríguez, sintetizó los desafíos que enfrenta el mercado eléctrico a raíz del importante aumento experimentado por las energías renovables -tales como los retos operacionales, congestión de redes de transmisión, involucramiento comunitario y cambios regulatorios-, detallando luego cómo la Agenda Estratégica de la compañía se ha hecho cargo de dichos desafíos. “Tenemos una hoja de ruta clara, que ha sido consistente y coherente en el tiempo, y que se expresa en esta agenda que hoy creemos está dando sus frutos”, señaló Rodríguez en referencia al buen desempeño en resultados que ha logrado Colbún S.A. en 2023.

Durante su intervención, el ejecutivo comentó que, como parte de su estrategia de crecimiento, la compañía ya ha desembolsado o comprometido inversiones por US$1.000 millones en renovables y proyecta invertir otros US$1.000 millones al año 2025.

Por su parte, José Ignacio Escobar, CEO de Colbún S.A., puso foco en el despliegue de la estrategia de la empresa: “El compromiso de Colbún es brindar un suministro seguro, eficiente, competitivo y sustentable, en base a dos ejes: primero, contar con una cartera de activos y proyectos balanceada, con presencia en distintas regiones y con diversas tecnologías, incorporando el almacenamiento, por ejemplo, que es cada vez más importante para proveer energía renovable de forma continua. Y segundo, ser el socio que los clientes necesitan, respondiendo a sus más diversas necesidades energéticas con las soluciones innovadoras e integrales que requieren hoy”.

Uno de los focos en la estrategia de la compañía son los clientes libres. Las ventas a este segmento han experimentado un sostenido aumento, las que -según las proyecciones que se mostraron a los inversionistas- pasarán de un 41% de las ventas totales de Colbún S.A. en 2016 a un 80% en 2023. “Sin duda, los clientes no regulados se han transformado en protagonistas de la transición energética, porque es gracias a su demanda por energía sin emisiones que ha sido posible crecer en proyectos renovables”, puntualizó Escobar.

Además, destacó el crecimiento en el suministro de energía con certificación renovable, la que aumentó de 85 GWh en 2018 a 4.490 GWh en 2022.

Planes internacionales e hidrógeno verde

José Ignacio Escobar reforzó el interés de la empresa por crecer vía adquisiciones tanto en los países en que los ya está presente -Chile y Perú- así como en otros mercados internacionales.

Respecto de nuevos países donde Colbún S.A. podría incursionar, la estrategia apunta a activos renovables en operación o listos para ser construidos, privilegiando plataformas de proyectos renovables con desarrollo de equipos locales, la inclusión de socios en dichas operaciones y el diseño de fuentes de financiamiento que limiten la exposición de la Compañía. “Estamos preparados para abrirnos a nuevos mercados y apoyar también en ellos la transición energética. Hoy, ser renovable o tener energía verde no basta. Tenemos que buscar formas para que esta inversión en energías verdes esté bien hecha”, dijo José Ignacio Escobar.

En relación con la actual cartera de iniciativas renovables de Colbún S.A. en Chile, la empresa informó que ésta comprende más de 1.800 MW en proyectos eólicos, sobre 2.200 MW en iniciativas solares y 600 MWh en almacenamiento de baterías.

La empresa se propuso levantar al menos 4.000 MW de generación a base de estas fuentes a 2030, duplicando su actual tamaño. Esta cartera de proyectos incluye la recién inaugurada Diego de Almagro Sur, en la Región de Atacama, de 232 MW de generación solar más 32 MWh de almacenamiento.

Escobar también puso énfasis en la intención de la compañía de crecer en Hidrógeno Verde y proyectos de desalinización y tratamiento de aguas, destacando que Colbún tiene ventajas competitivas en la construcción y operación de grandes proyectos de infraestructura y una cartera de clientes alineados con la demanda por ese tipo de servicios y productos.

Acen destaca beneficio de que empalmes de electromovilidad puedan acceder a ser clientes libres

El sector del transporte es la segunda industria que presenta una mayor demanda de energía en Chile, con un 37%. De ese volumen, el 81% corresponde al transporte terrestre, el cual es además responsable del 25% del total de los gases de efecto invernadero en el país en un año.

Es en dicho escenario en que la tendencia mundial se centra en detener el cambio climático, ante lo cual Chile se ha comprometido con alcanzar la carbono neutralidad en 2050. En ese contexto, es que se promulgó la ley sobre eficiencia energética, que se espera abra un espacio real para el desarrollo de la electromovilidad.

Según Daniela Soler, jefa de la Unidad de Transporte Eficiente del Ministerio de Energía, la incorporación de los vehículos eléctricos muestra una progresión interesante. “Hoy día tenemos más de 3.000 vehículos eléctricos circulando: camiones, buses, vehículos híbridos enchufables y vehículos puros eléctricos, y cerca de 350 cargadores de acceso público, concentrados en la Región Metropolitana, pero sí hay 1 cargador al menos en cada región en Chile”, comentó la especialista en el contexto del Diálogo ACEN sobre electromovilidad.

Objetivos en materia de transporte

Las metas de electromovilidad establecidas en la estrategia del Gobierno apuntan a que, para 2035 el transporte público urbano y los vehículos livianos y medianos que se vendan en Chile sean eléctricos, cero emisiones.

Por el momento, los programas se han focalizado en desarrollar la electromovilidad en flotas de alto recorrido como buses de transporte público, taxis/colectivos y flotas comerciales.

Según Cristina Victoriano, jefa de la línea de Transporte Eficiente en la Agencia de Sostenibilidad Energética, sería recomendable ampliar estos programas hacia los vehículos del Estado con alto recorrido como los de fiscalización y de salud.

También una alternativa posible es el transporte de carga, explicó Victoriano, donde existe mucho interés en avanzar hacia la electromovilidad, “pero debe haber una oferta vehicular satisfactoria que permita cumplir con la operación. La operación de larga distancia todavía no se puede cubrir principalmente porque las baterías aportan mucho peso en un camión de larga distancia. Además, se tendría que gastar mucho tiempo en recargar el camión en la mitad del camino y no existen cargadores de vehículos eléctricos de una potencia tan alta que permita hacer un largo recorrido, como tampoco camiones que permitan llevar la carga necesaria sin aumentar el peso”, indicó.

Esto fue complementado por Daniela Soler, quien en su exposición señaló que “los vehículos eléctricos son entre cinco a siete veces más eficientes que los motores de combustión y tienen un mucho menor costo de mantención y de operación. El costo de la electricidad podría ser alrededor de ocho veces menor que el del combustible. Ayuda a la reducción de emisiones y ruido y genera en Chile una mayor demanda por cobre y por litio”.

Por su parte, Sebastián Luque, CEO de Enerlink y director de la Asociación Chilena de Comercializadores de Energía (Acen), dijo que el empuje de la electromovilidad ha venido desde las empresas, principalmente por conceptos de rentabilidad y sustentabilidad.

“Existe un punto de equilibrio donde después de cierto recorrido anual se vuelve una mejor inversión y logras tener este menor costo total de operación e inversión, en torno a los 30.000 kilómetros, eso lo estamos viendo en unidades de última milla, distribución en general y transporte público. El concepto de sustentabilidad además está empujando a las empresas grandes a ir cambiando vehículos a combustión por eléctricos ya que es una forma atractiva y fácil de generar un impacto desde el punto de vista de la huella de carbono”, manifestó.

Tareas pendientes

Pero cuáles son los obstáculos que hoy día entrampan el desarrollo de la electromovilidad.

Luque sostuvo que “en Chile falta todavía reconocer el beneficio que generan los vehículos eléctricos para la sociedad, para la salud de las personas, para el medioambiente y creo que eso no se está viendo reflejado en incentivos concretos económicos”.

En particular, comentó sobre el Proyecto de Ley de Estabilización de las Cuentas de Electricidad (PEC2), que si bien es beneficioso y está logrando paliar un alza que de otra forma sería importante, “está al mismo tiempo generando un desincentivo a la electromovilidad porque la electricidad va a salir más cara mientras más consumes”.

También mencionó que “quizás se puede avanzar desde ya con permitir que empalmes de electromovilidad puedan acceder a ser cliente libre, a pesar de no contar con los 500 kilowatts. Esa sería una idea interesante de empujar, que sería sí o sí un incentivo para una mayor adopción de los vehículos eléctricos”.

Por otro lado, indicó que “conseguir un empalme eléctrico o un aumento de capacidad hoy día en Chile se puede demorar hasta un año, con múltiples retrasos de la empresa distribuidora. Quizás se pueda fortalecer a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) para hacer una mejor fiscalización. Eso sí es un problema en contra de la electromovilidad”.

Tal como dijo el moderador Eduardo Andrade, secretario ejecutivo de ACEN, en un futuro cercano tendremos una demanda que se desplazará, pero si se mira hacia adelante, el sistema todavía no está preparado.

Según Luque, “se está desarrollando tecnología porque la limitante es la infraestructura de carga, que se soluciona cuando se le da inteligencia a la operación eléctrica. Por ejemplo, se puede hacer una gestión inteligente de la demanda de los cargadores para evitar puntas de demanda máxima”.

Todo lo que tiene que ver con inteligencia a través de software y de tecnología para la operación de los vehículos eléctricos es relevante para sortear los temas que vendrán, por ejemplo, cómo los vehículos prestan servicios a la red (entrega de servicios complementarios, actuar como baterías virtuales, desplazar horas punta, aportes de potencia a la red y ventas de energía a la red).

Pese a que aún deben resolverse esos y otros temas, según los panelistas del Diálogo ACEN, la inserción de los vehículos eléctricos no parará su avance.

Acen destaca beneficio de que empalmes de electromovilidad puedan acceder a ser clientes libres

Acen destaca beneficio de que empalmes de electromovilidad puedan acceder a ser clientes libres

El sector del transporte es la segunda industria que presenta una mayor demanda de energía en Chile, con un 37%. De ese volumen, el 81% corresponde al transporte terrestre, el cual es además responsable del 25% del total de los gases de efecto invernadero en el país en un año.

Es en dicho escenario en que la tendencia mundial se centra en detener el cambio climático, ante lo cual Chile se ha comprometido con alcanzar la carbono neutralidad en 2050. En ese contexto, es que se promulgó la ley sobre eficiencia energética, que se espera abra un espacio real para el desarrollo de la electromovilidad.

Según Daniela Soler, jefa de la Unidad de Transporte Eficiente del Ministerio de Energía, la incorporación de los vehículos eléctricos muestra una progresión interesante. “Hoy día tenemos más de 3.000 vehículos eléctricos circulando: camiones, buses, vehículos híbridos enchufables y vehículos puros eléctricos, y cerca de 350 cargadores de acceso público, concentrados en la Región Metropolitana, pero sí hay 1 cargador al menos en cada región en Chile”, comentó la especialista en el contexto del Diálogo ACEN sobre electromovilidad.

Objetivos en materia de transporte

Las metas de electromovilidad establecidas en la estrategia del Gobierno apuntan a que, para 2035 el transporte público urbano y los vehículos livianos y medianos que se vendan en Chile sean eléctricos, cero emisiones.

Por el momento, los programas se han focalizado en desarrollar la electromovilidad en flotas de alto recorrido como buses de transporte público, taxis/colectivos y flotas comerciales.

Según Cristina Victoriano, jefa de la línea de Transporte Eficiente en la Agencia de Sostenibilidad Energética, sería recomendable ampliar estos programas hacia los vehículos del Estado con alto recorrido como los de fiscalización y de salud.

También una alternativa posible es el transporte de carga, explicó Victoriano, donde existe mucho interés en avanzar hacia la electromovilidad, “pero debe haber una oferta vehicular satisfactoria que permita cumplir con la operación. La operación de larga distancia todavía no se puede cubrir principalmente porque las baterías aportan mucho peso en un camión de larga distancia. Además, se tendría que gastar mucho tiempo en recargar el camión en la mitad del camino y no existen cargadores de vehículos eléctricos de una potencia tan alta que permita hacer un largo recorrido, como tampoco camiones que permitan llevar la carga necesaria sin aumentar el peso”, indicó.

Esto fue complementado por Daniela Soler, quien en su exposición señaló que “los vehículos eléctricos son entre cinco a siete veces más eficientes que los motores de combustión y tienen un mucho menor costo de mantención y de operación. El costo de la electricidad podría ser alrededor de ocho veces menor que el del combustible. Ayuda a la reducción de emisiones y ruido y genera en Chile una mayor demanda por cobre y por litio”.

Por su parte, Sebastián Luque, CEO de Enerlink y director de la Asociación Chilena de Comercializadores de Energía (Acen), dijo que el empuje de la electromovilidad ha venido desde las empresas, principalmente por conceptos de rentabilidad y sustentabilidad.

“Existe un punto de equilibrio donde después de cierto recorrido anual se vuelve una mejor inversión y logras tener este menor costo total de operación e inversión, en torno a los 30.000 kilómetros, eso lo estamos viendo en unidades de última milla, distribución en general y transporte público. El concepto de sustentabilidad además está empujando a las empresas grandes a ir cambiando vehículos a combustión por eléctricos ya que es una forma atractiva y fácil de generar un impacto desde el punto de vista de la huella de carbono”, manifestó.

Tareas pendientes

Pero cuáles son los obstáculos que hoy día entrampan el desarrollo de la electromovilidad.

Luque sostuvo que “en Chile falta todavía reconocer el beneficio que generan los vehículos eléctricos para la sociedad, para la salud de las personas, para el medioambiente y creo que eso no se está viendo reflejado en incentivos concretos económicos”.

En particular, comentó sobre el Proyecto de Ley de Estabilización de las Cuentas de Electricidad (PEC2), que si bien es beneficioso y está logrando paliar un alza que de otra forma sería importante, “está al mismo tiempo generando un desincentivo a la electromovilidad porque la electricidad va a salir más cara mientras más consumes”.

También mencionó que “quizás se puede avanzar desde ya con permitir que empalmes de electromovilidad puedan acceder a ser cliente libre, a pesar de no contar con los 500 kilowatts. Esa sería una idea interesante de empujar, que sería sí o sí un incentivo para una mayor adopción de los vehículos eléctricos”.

Por otro lado, indicó que “conseguir un empalme eléctrico o un aumento de capacidad hoy día en Chile se puede demorar hasta un año, con múltiples retrasos de la empresa distribuidora. Quizás se pueda fortalecer a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) para hacer una mejor fiscalización. Eso sí es un problema en contra de la electromovilidad”.

Tal como dijo el moderador Eduardo Andrade, secretario ejecutivo de ACEN, en un futuro cercano tendremos una demanda que se desplazará, pero si se mira hacia adelante, el sistema todavía no está preparado.

Según Luque, “se está desarrollando tecnología porque la limitante es la infraestructura de carga, que se soluciona cuando se le da inteligencia a la operación eléctrica. Por ejemplo, se puede hacer una gestión inteligente de la demanda de los cargadores para evitar puntas de demanda máxima”.

Todo lo que tiene que ver con inteligencia a través de software y de tecnología para la operación de los vehículos eléctricos es relevante para sortear los temas que vendrán, por ejemplo, cómo los vehículos prestan servicios a la red (entrega de servicios complementarios, actuar como baterías virtuales, desplazar horas punta, aportes de potencia a la red y ventas de energía a la red).

Pese a que aún deben resolverse esos y otros temas, según los panelistas del Diálogo ACEN, la inserción de los vehículos eléctricos no parará su avance.