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Clapez: Implementando soluciones a través de estudios sistémicos de calidad de energía a la industria, gran minería y las principales plantas desaladoras del país

Extender el ciclo de vida de los equipos y sus componentes, analizar fallas, deficiencias y detectar el origen de las perturbaciones verificando el correcto funcionamiento de las cargas de los equipos o el deterioro de estos últimos, y mejorar la eficiencia operativa. A ello apuntan los estudios sistémicos eléctricos y de calidad de la energía desarrollados por Clapez Ingeniería y Servicios Eléctricos. Estos estudios son realizados por calificados profesionales con más de 30 años de experiencia en la industria y la minería.

La compañía desarrolla estudios sistémicos en calidad de energía y eficiencia energética que promueven la sustitución de equipos obsoletos por tecnologías eléctricas de vanguardia, que contribuyan al ahorro y mejor aprovechamiento de la energía.

Variados servicios

“Nuestros estudios sistémicos de calidad de la energía están siendo muy demandados porque facilitan encontrar la causa raíz de las fallas en los sistemas eléctricos de nuestros clientes, concluyendo en soluciones y recomendaciones”, afirma José Antonio Pezo, Socio Fundador de Clapez.

El especialista destaca que “contamos con equipos de última generación para efectuar los estudios mencionados. Los equipos son capaces de medir hasta 1.024 muestras por ciclo, es decir, tienen una altísima precisión”.

Advierte que las instalaciones que integran alta tecnología, como data centers, operaciones mineras, desaladoras, hospitales y plantas industriales, requieren de estudios de calidad de energía para evitar costosas repercusiones, daño prematuro en los equipos, reducción de la productividad e interferencias operativas. “Las variaciones más comunes son las fluctuaciones de voltajes, interrupciones y distorsiones armónicas o desequilibrios”, añade el ejecutivo.

Agrega que Clapez ayuda a mitigar, filtrar o eliminar armónicos, sobretensiones y transitorios de la red eléctrica; además de evitar fluctuaciones en el voltaje y sobrecalentamiento, por ejemplo, de los transformadores.

Equipo altamente calificado

Ricardo Cornejo G., Socio Fundador de Clapez, enfatiza que “se ha conformado un equipo potente de expertos reconocidos en temas de calidad de la energía dentro de la industria, al que el cliente llama a ser parte de la ´solución del problema´. Esto debido a que optimizan la eficiencia y el rendimiento de los equipos para que funcionen al 100%”.

El ejecutivo sostiene que, dentro del sector minero, Clapez Ingeniería y Servicios Eléctricos se ha consolidado con sus estudios de calidad de la energía en las plantas desaladoras de importantes mineras del país. “Hemos intervenido exitosamente en salas eléctricas de plantas desaladoras y estaciones de bombeo, detectando fallas graves e implementando soluciones hasta con cambios de equipos por especificaciones deficientes”, comenta.

“La compañía efectúa, además, retrofit, mantenimiento preventivo y correctivo de salas y subestaciones eléctricas, partidores suaves y variadores de frecuencia, atendiendo equipamientos de baja tensión y media tensión, centro de control de motores, gabinetes eléctricos, centro de distribución de cargas y celdas desconectadoras”, finaliza el ejecutivo.

Contacto:

Dirección:

Montaña 853 Oficina 203, Viña del Mar, Región de Valparaíso.

Don Pedro Ureta y Prado 1564, Puente Alto, Santiago

Diputados: instan a crear alianzas público privadas para construir plantas desaladoras

Por 107 votos a favor, 24 en contra y 12 abstenciones, la Cámara solicitó al Presidente de la República impulsar la creación de alianzas público privadas. Esto, con el propósito de construir plantas desaladoras a lo largo del territorio nacional.

La resolución busca contribuir al actual contexto de la crisis hídrica que afecta al país y las proyecciones de escasez que existen al respecto.

Lo anterior, con el fin de asegurar la sustentabilidad del agua, el desarrollo productivo y la disponibilidad de este vital elemento para el consumo humano.

Entre sus antecedentes, el documento sostiene la necesidad de impulsar iniciativas que cuenten con una mirada de largo plazo.

En tal contexto, se plantea que la desalinización se erige como una alternativa. La cual permitirá brindar agua potable a las comunidades que tienen un acceso limitado a este vital elemento.

Lo anterior, para lograr que el abastecimiento no se vea disminuido con el paso del tiempo.

A nivel internacional, la construcción de plantas desaladoras ha sido impulsada por varios gobiernos. Esto, para asegurar el suministro de agua, tanto para el consumo humano como para el desarrollo productivo.

En Chile, en tanto, el uso de aguas desaladas y, particularmente, el proceso de desalinización ha captado la atención del sector público y privado, ya que se considera el potencial del extenso borde costero, como una fuente de abastecimiento en las actuales circunstancias de la sequía que afecta al país.

Sin perjuicio de lo anterior, solo el 1% de la demanda de agua potable proviene de plantas desaladoras, existiendo en operación tres en radios urbanos.

Plantean aprovechar calor residual de instalaciones industriales para desarrollar plantas desaladoras

Plantean aprovechar calor residual de instalaciones industriales para desarrollar plantas desaladoras

Encontrar instalaciones industriales, donde se pueda aprovechar el calor residual para desarrollar plantas desaladoras, es uno de los principales desafíos a futuro en la construcción de esta infraestructura para el tratamiento del agua que menciona Carlos Foxley, representante de Ventas en Chile de IDE Technologies, empresa que se desenvuelve en el sector de la desalación.

«El desafío es encontrar instalaciones industriales donde se pueda aprovechar el calor residual, con un bajo Capex, para producir vapor de muy baja presión y temperatura a muy bajo costo. Por ejemplo, si se construyese una nueva fundición de cobre en la costa, como alguna vez se evaluó en Mejillones, sin dudas la desalación térmica no sólo es posible técnicamente, sino que muy probablemente sería más competitiva que otras tecnologías con membranas», señala el ejecutivo a ELECTRICIDAD.

Agrega que esto «es lo que grandes refinerías de petróleo o plantas de generación eléctrica han hecho con mucho éxito en otros países, como por ejemplo en India y China; donde hay plantas térmicas de tamaños superiores a 2000 las que generan agua de muy buena calidad y con muy bajo Opex».

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A su juicio, las perspectivas a futuro para desalinización térmica «son muy atractivas cuando hay calores residuales disponibles en procesos industriales. Por ejemplo, cuando hay reacciones exotérmicas, como en una planta de ácidos, y se puede recuperar vapor de baja calidad o agua caliente, sin tener que gastar energía adicional en producirlo».

«En ese caso, la desalación térmica es muy atractiva pues el consumo eléctrico de las mismas se reduce a menos de la mitad que en una planta de Osmosis Reversa, y se aprovecha el calor residual del proceso industrial, el que de otro modo se pierde», añadió.

Energías renovables

Foxley también destaca el uso creciente de energías renovables para el suministro energético de las plantas desalinizadoras, precisando que su participación en la matriz energética chilena seguirá aumentando. «La energía es el componente principal del OPEX de las plantas desaladoras, por lo que contar con energía limpia y competitiva es muy importante», indicó.

«Contar con energía limpia y barata es clave para que la desalinización siga creciendo. Por eso IDE Technologies ha diseñado muchas plantas desalinizadoras que tengan flexibilidad y puedan producir más durante las horas en que la energía más barata está disponible mientras produce menos en las horas en que la energía es más cara. Así, por ejemplo, en un sistema de agua potable para una ciudad, se podría generar más agua desalada cuando está disponible la generación en base a energía solar y eólica, y menos cuando no lo estén. Esto es posible porque a diferencia de la energía, el agua si es posible almacenar, y las empresas distribuidoras de agua potable, por ejemplo, tienen una red de estanques y tuberías que permiten este tipo de operaciones.

Plantean aprovechar calor residual de instalaciones industriales para desarrollar plantas desaladoras

Abogan por desarrollo de infraestructura compartida ante mayor construcción de desaladoras

(Minería Chilena) Según proyecciones de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), se espera que a 2029 el consumo de agua de mar en la minería del cobre aumente sobre un 300% respecto a 2018, llegando a representar ese insumo un 43% del recurso hídrico requerido por esta industria a nivel nacional.

La puesta en marcha o ampliación de varias plantas desaladoras, con miras a satisfacer los requerimientos de las compañías, ha propiciado el debate respecto a la forma cómo debe irse desarrollando esta nueva infraestructura, con miras a mitigar su impacto sobre el borde costero.

En ese contexto, Jorge Cantallopts, director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, comenta que desde hace diez años que se viene planteando desde la institución “la necesidad de tener una planificación en el tema del uso del agua de mar por parte de la industria minera”.

El profesional menciona que en “la industria había una cierta aprensión por discutir este tema, porque lo prioritario para las compañías era el abastecimiento. Creo que la industria está hoy con una mirada distinta, no está tan cerrada a discutir el tema”, plantea.

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Beneficios y desafíos

En este nuevo escenario, el desarrollo conjunto de estos proyectos podría generar una serie de beneficios para las propias empresas, señalan expertos.

Carlos Silva, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias, y director de Ingeniería Civil en Energía y Medioambiente de la Universidad Adolfo Ibáñez, explica que “dado los mismos fenómenos de economía de escala que vemos en el sector eléctrico, no hace sentido tener soluciones individuales, sino que pensar en una infraestructura pública pagada por los mismos privados. Eso les va a dar una solución de menor costo y mayor confiabilidad”.

Considerando estas economías de escala, asegura que “existen los incentivos para tener un sistema planificado públicamente, y no individual, donde cada uno mata su toro”, haciendo hincapié en que “el Estado tiene un tremendo rol al respecto, porque no es la función de las empresas individuales tratar de articular con otras compañías cómo tomar una solución común, porque ahí, dado los timing de los proyectos, eso nunca va a ocurrir”.

Respecto a este punto, el subsecretario de Minería Pablo Terrazas, señala que “entendemos que a veces los tiempos de los proyectos mineros son distintos, también comprendemos que le da mucha mayor seguridad a cada actor tener su propia desaladora y puerto, pero ahí tenemos que enfrentar un problema, porque tampoco podemos estar llenando nuestras costas de puertos y desaladoras”.

Ante esa situación, la autoridad considera que el gobierno juega un rol importante, “de ordenar la cancha, pero eso no lo podemos hacer sin la colaboración de la industria”, destacando el hecho de que están participando de la mesa que lideran las Fuerzas Armadas, sobre el ordenamiento del borde costero, “que es clave para las desaladoras y los puertos”.

Gener presenta dos proyectos de desaladoras por US$ 245 millones

(El Mercurio) No solo de Alto Maipo se preocupa la generadora eléctrica AES Gener. La firma también busca ampliar sus líneas de negocios y la desalación de agua de mar es una de sus prioridades, por lo que comenzó a tramitar los permisos para construir dos plantas en terrenos de las centrales Guacolda (Huasco, Atacama) y Ventanas (Puchuncaví, Valparaíso). Estas requieren de US$ 245 millones de inversión para materializarse.

Hace algunos días partió la tramitación de un módulo de desalación en su central Ventanas, para la que estiman una inversión por US$ 100 millones. Aunque parte del agua será para el uso interno de la central eléctrica, el grueso de la producción está pensada para venderla a otras empresas.

A comienzos de año la compañía también inició la evaluación de una planta desalinizadora en Guacolda por US$ 145 millones, la que tendría una capacidad de 1.400 litros por segundo (l/s) cuando esté operativa totalmente.

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A esto se suma una pequeña planta en la central Angamos-Mejillones por 160 l/s y que ya posee el permiso ambiental desde 2016.

«Vemos la posibilidad real de suministrar agua desalada a cualquier potencial cliente con necesidades de este recurso en las zonas de influencia de nuestros proyectos de plantas desaladoras como adyacencias a las Centrales: sanitarios, industriales y mineros son parte de nuestro abanico de potenciales clientes», señalaron en la compañía.

Para las desaladoras en Huasco y Puchuncaví consideran que, en el mejor escenario, podrían estar operando a fines de 2019 o comienzos del 2020.

En paralelo al proceso de tramitación ambiental, desde la empresa comentaron que están «trabajando en una etapa comercial con potenciales clientes sanitarios, industriales y mineros interesados en un suministro de agua desalada».

Tampoco descartaron participar en licitaciones de grandes clientes para hacerse cargo de la construcción de desaladoras.