En el marco de una visita coordinada por la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol) y con miras a sumar tecnología solar a la matriz energética de su país, una delegación de la Asociación Paraguaya de Energía Solar (APES) visitó la capital, para conocer de cerca el mercado eléctrico local y el proceso de transición energética que está viviendo Chile.

Durante su estadía en el país, la representación paraguaya visitó la central fotovoltaica Quilapilún, de Atlas Renewable Energy, la primera instalación a gran escala que opera en la región Metropolitana.

En la ocasión, los visitantes recorrieron las instalaciones de la planta y conocieron de cerca sus componentes, datos de operación y el mantenimiento que se realiza a un parque solar de esa envergadura. Lo anterior, destacando el gran potencial solar que tiene Chile, siendo el segundo país con mayor participación de energía solar del mundo.

Pablo Zuccolillo, presidente y co-fundador de la APES comentó: “Es impresionante el avance que ha tenido el país en términos de desarrollo renovable, los esfuerzos que han llevado adelante y también sus resultados, lo que pudimos conocer de primera fuente con la visita a Quilapilún. Volvemos a nuestro país con mucha información para poder enfrentar con más experiencia y conocimiento el desafío de diversificar la matriz energética de Paraguay y mantenernos como un país líder en energías limpias”.

Centro de pruebas

La planta solar Quilapilún genera 243 GWh al año, abasteciendo a alrededor de 110.000 hogares y evitando unas 100.000 toneladas de CO2 al año. Adicionalmente, la central cuenta con un centro de prueba de nuevas tecnologías, donde en la actualidad se ponen a prueba sistemas de inteligencia artificial.

Este laboratorio integrado a la planta permite probar y monitorear nuevas tecnologías y validar sus reales rendimientos, lo que ha permitido en la actualidad testear más de siete módulos bifaciales de variadas características, con diferentes condiciones de albedo y posiciones de montaje.

Cabe recordar que Paraguay se convirtió a inicios de 2022 en el único país del mundo con generación eléctrica 100% renovable, tras la desconexión de su última central térmica, cubriendo en la actualidad, toda su demanda con energía hidroeléctrica. El desafío para ese país ahora es seguir aprovechando sus recursos y diversificar su matriz energética con otras tecnologías limpias, como la solar.