Las bondades de los techos solares
La instalación de este tipo de sistemas permite reducir el uso de electricidad, ya que pueden diseñarse para autoconsumo o también con el fin de inyectar los excedentes a la red.


Impresionantes resultan las tomas aéreas de los parques solares construidos en el desierto de Atacama, conformados por decenas y, en algunos casos, cientos de miles de paneles fotovoltaicos. Este tipo de instalaciones, por su envergadura, las solemos visualizar en grandes extensiones de terreno debido al espacio que habitualmente requieren los proyectos renovables.
Sin embargo, también existen sistemas solares que, aunque de considerable menor tamaño, han tenido un desarrollo notorio en el último tiempo, a nivel de infraestructura pública y privada. Se trata de los techos solares, una solución que en nuestro país ha recibido un impulso creciente, sobre todo, desde el ámbito institucional.
De acuerdo con Edward Fuentealba, Dr. Eng. (Investigador Principal) de SERC Chile, los techos solares son instalaciones de infraestructura que permiten generar energía eléctrica o calor, a través de la energía solar, sobre techos, ya sean habitacionales, comerciales o de otro fin. “Estos pueden ser sistemas fotovoltaicos –generación de energía eléctrica– o sistemas termosolares –generación de calor a través de calentamiento de un fluido–“, explica el académico.
Complementando esta definición, Carlos Silva, Ph.D. en Ingeniería Eléctrica, académico e investigador del Centro de Transición Energética (CENTRA) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), añade que el techo solar puede tomar diversas formas: “Desde la más simple, con la instalación de paneles solares sobre el techo de una casa, a algunas más sofisticadas, como el uso paneles como material constructivo de las mismas techumbres. Por ejemplo, hacer el techo de un estacionamiento o bodega con paneles solares”.
Beneficios
¿Cuáles son los beneficios de este tipo de instalaciones en términos de ahorro energético para las viviendas y/o recintos públicos?
Al respecto, Edward Fuentealba comenta estas instalaciones tienen la ventaja de suministrar energía eléctrica, de forma local, lo que permite disminuir los consumos de electricidad. Además, precisa que estos proyectos pueden cubrir una parte o toda la necesidad de electricidad del recinto. “Según el tipo de inscripción y tramitación de la instalación, pueden diseñarse para autoconsumo o bien con el fin de inyectar los excedentes a la red eléctrica”, explica.
Por su parte, Carlos Silva plantea que los beneficios económicos de los techos solares dependen del marco tarifario vigente. “En Chile tenemos un mecanismo de incentivo a la generación de energía renovable, que se enmarca dentro de lo que se conoce como net billing. A través de él, la empresa distribuidora le paga al prosumidor –o consumidor que además produce– su precio de compra mayorista, típicamente un porcentaje entre 60 o 70% del precio de compra de energía minorista”, señala el académico. Agrega que este esquema provee menores incentivos a los usuarios, pero no tiene costo fiscal.
Adicionalmente, la implementación de paneles en las techumbres a la vez se traduce en beneficios ambientales. En ese sentido, el experto de SERC Chile destaca que los techos solares permiten reducir la generación y transporte de electricidad o también de los combustibles empleados para ello. “Esto aporta al concepto de generación distribuida, la cual permite, en algunos casos, reducir los sistemas de transmisión de energía, dado que se está generando en el punto de consumo”, indica el docente.
Por otro lado, a juicio de Carlos Silva, el principal beneficio socio-ambiental de los techos solares es acercar la energía a la gente. En el modelo convencional, explica el investigador, la energía se genera a cientos de kilómetros del consumo, con lo que las externalidades que involucra su generación y transporte, incluyendo las emisiones, uso de agua y otros impactos, son asumidas por las comunidades cercanas a los proyectos y no por los beneficiarios de la energía generada. “En el caso de los techos solares, los generadores residenciales y los consumidores son la misma entidad, evitando así una afectación de terceros por la generación y el transporte de la energía”, afirma.
En las viviendas
A mediados de la década pasada, se impulsó desde la institucionalidad el Programa Techos Solares Públicos, a través del cual se instaló más de un centenar de sistemas en diversos tipos de recintos a lo largo del país, como edificios públicos, establecimientos educacionales y un aeródromo.
Posteriormente, esta iniciativa se reformuló de manera que en la actualidad se conoce como el Programa Casa Solar, impulsado por el ministerio de Energía y bajo la ejecución de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE). Su objetivo es potenciar el uso de energías renovables a través de la instalación de sistemas fotovoltaicos de 1 kWp y 2 kWp conectados a la red (sin baterías), en techumbres de viviendas. Así, este programa permite adquirir sistemas fotovoltaicos a menor precio y con cofinanciamiento estatal.
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