(Pulso) Una serie de mejoras está estudiando la generadora Endesa para solucionar los problemas que no le permiten operar a plena capacidad la central San Isidro, ubicada en la Región de Valparaíso.

Para dar término a las limitaciones operativas de la central a gas natural San Isidro producto de la escasez de agua, la generadora se encuentra elaborando una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para la implementación de un sistema de tratamiento de riles.

Dicha DIA también incluirá la construcción y operación de una planta de tratamiento de agua de pozo con cero descargas líquidas. Dicho proyecto permitirá extraer el sulfato al agua antes de su ingreso al proceso de refrigeración y su objetivo es que esta planta de tratamiento pueda tratar toda el agua que hoy no se puede usar de los pozos.

Asimismo, Endesa Chile también emitió una carta de pertinencia al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para la instalación y operación de plantas modulares de osmosis inversa para el tratamiento del agua proveniente de la purga de las torres de enfriamiento de ambas unidades.

Dichas medidas se suman a las tomadas en 2015, cuando la empresa estudió la posibilidad de entregar el agua industrial resultante del proceso de enfriamiento para reutilizarla externamente.

Todas estas medidas buscan hacer frente a la escasez hídrica que afecta la zona central y que ha generado un deterioro de la calidad del agua utilizada para la refrigeración. Dicho deterioro se refleja en un alto contenido de sulfatos, lo cual ha limitado la generación de las unidades.

Esto ha ocurrido desde el año 2014, y ha obligado a implementar y mantener durante gran parte de 2015 un abastecimiento complementario externo de agua cruda para levantar las restricciones de generación.

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