Alfredo Ovalle, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), aseguró ayer que el alto costo de la energía que enfrenta Chile ya ha mostrado sus efectos sobre la actividad doméstica, lo que a su juicio ha quedado de manifiesto en el cierre de algunas compañías y en el traslado de inversiones a otros países.

“El fuerte incremento de costos ha repercutido en el crecimiento de la economía, la que según muchos expertos se ha resentido en al menos 1% por esta razón”, apuntó en el seminario “Conflicto Energía Versus Medio Ambiente”, organizado por la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería de Chile ().

Asimismo, el también titular de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) pronosticó dos o tres años de escasez energética, los que, explicó, se pueden prolongar de no cumplirse los plazos establecidos para proyectos del ramo. Con ello, hizo un llamado al Gobierno a que agilice la aprobación de tales iniciativas, pues “sólo en la medida que avancemos, podremos aumentar nuestro nivel de competitividad”, aseveró, añadiendo que se trata de un factor que puede hacer la diferencia entre crecer o morir para una empresa.

Allamand

Por su parte, el senador de Renovación Nacional, Andrés Allamand, sostuvo que el país está en un contexto de “angustia energética”, la que, según consignó, responde a la débil defensa del protocolo gasífero con Argentina por parte de las autoridades; la tardanza de la Ley Corta II; y de los costos ambientales derivados del aporte de centrales a carbón y petróleo versus las hidroeléctricas. “En abril de 2008 el 66% de la generación es termoeléctrica, que es más cara y más sucia. Esta es la paradoja del ‘Capitán Planeta’ (aludiendo a Ricardo Lagos Escobar, enviado especial de la ONU para el cambio climático); porque el calentamiento global lo tenemos aquí, precisamente por la falta de decisiones correctas entre 1998 y 2005”, sentenció.

Fuente: Estrategia.