En Piedras Blancas se nota la falta de energía, no por los cortes, que son reiterados, sino porque hay que prender los tubos (fluorescentes) a las 15, ya que si los prendés más tarde no arrancan y te quedás a oscuras”, comentó Carlos Trotteyn, inspector de cauce del arroyo Las Mulas.

La caída de la tensión es uno de los principales inconvenientes eléctricos que tienen muchos vecinos de Potrerillos, tanto de la zona de Las Vegas, como de El Salto. Un proyecto para aprovechar el agua de los arroyos de alta montaña para generar energía hidroeléctrica parece ser la solución al problema.

“La idea es instalar microturbinas en varios puntos de los arroyos Las Mulas (Piedras Blancas-Valle del Sol-Las Vegas) y El Salto (El Salto) para “inyectar” energía en forma directa a la línea y así terminar con las caídas de tensión”, explicó Horacio Retamales, docente del ITU (Instituto Tecnológico Universitario) de la U. N. Cuyo.

Retamales es una especie de coordinador del ambicioso proyecto que ha pensado la gente del ITU junto a los vecinos de Potrerillos, nucleados en las inspecciones de cauce de los arroyos que son afluentes del río Blanco.

El objetivo es construir 30 microturbinas de 30 kw cada una, que será suficiente para la demanda energética del Alto Potrerillos. Cada turbina será colocada en lugares donde existe una pendiente significativa en el terreno. Para el caso del arroyo Las Mulas, serán colocadas en las cámaras de descompresión del sistema de distribución de agua por cañerías. Es decir que las turbinas reemplazarán a las válvulas.

El proyecto está siendo evaluado por el Departamento General de Irrigación y si es aprobado, el paso siguiente será gestionar los fondos necesarios para concretar esta idea que apunta dar respuestas frente a la crisis energética por la que atraviesa el país.

El ingeniero Retamales explicó que más importante aún es que la iniciativa está basada en el desarrollo de un sistema que utiliza un recurso renovable (agua) y por eso es sustentable. Por este motivo, será más fácil conseguir los fondos tanto de entidades nacionales, como internacionales, públicas o privadas.

Tanto para Retamales, como para Trotteyn y Sergio Di Nasso (inspector del arroyo El Salto), generar energía in situ ya no es una utopía, sino prácticamente una realidad. Sobre esta tecnología, desarrollada por el ITU, Retamales tiene una vasta experiencia. Dos turbinas que diseñó funcionan en los diques San Felipe y Luján, de la vecina provincia de San Luis. La obra del especialista consiste en el diseño de la turbina y el sistema de control automático.

“Otro detalle importante es que todo el sistema fue fabricado en un taller de la zona industrial de Godoy Cruz, es decir que el proyecto también apunta al desarrollo local”, aseguró Retamales. Agregó que las turbinas funcionan desde hace 10 años y no han tenido ningún tipo de problema.

Explicó además, que docentes y alumnos del ITU están abocados a desarrollar proyectos energéticos, especialmente micro y minicentrales hidroeléctricas. Se denominan microcentrales a las que generan hasta 100 kw y hasta 5 megavatios se llaman minicentrales. Otra tarea de los estudiantes y profesores está dedicada al ambiente, mediante el empleo de tecnologías de remediación de los pasivos petroleros y tratamiento de efluentes. Estos dos temas son abordados junto a empresas del medio.

Se estima que las 30 microturbinas generarán un megavatio, la electricidad necesaria para mil viviendas urbanas.

Si Irrigación aprueba el proyecto, para llevarlo adelante se deberá crear una entidad que coordine la ingeniería, la fabricación del sistema y la instalación. Luego, cuando ya esté funcionando, deberá encargarse de la explotación y administración de este sistema hidroeléctrico.

Para el caso de Las Vegas, Valle del Sol, Piedras Blancas y Los Zorzales, las turbinas irán instaladas en los tubos de distribución de agua de riego. Sergio Di Nasso, explicó que en El Salto se está licitando el entubado del agua y una vez realizada esta obra, podrán colocarse las microturbinas. Los equipos se colocan donde hay una pendiente de 90 metros.

Retamales concluyó: “Esperemos que se concrete esta idea que involucra a los estudiantes, los pequeños empresarios y los vecinos que se ven beneficiados por una tecnología ambientalmente sustentable”.
Fuente: Los Andes, Argentina.