(Chile) La arremetida del gas licuado Para crecer ante la escasez de gas natural
* Compañías como Lipigas, Abastible y Gasco están comenzando a prepararse para reconvertir progresivamente equipos industriales, calderas comerciales, cocinas y calefones, para captar el mercado de los que temen quedarse sin gas natural.

La crítica situación que se vive actualmente con los envíos de gas natural desde Argentina, que se ubican en su mínimo debido a la ola de frío que afecta al país trasandino, podrían afectar la inyección de 1,5 millones de metros cúbicos asegurados para el consumo residencial y comercial de la Región Metropolitana.
Ante este escenario, Metrogas, ya trabaja con las autoridades en una campaña pública para enfrentar el racionamiento en caso de un corte total, pero no son los únicos.
Las compañías de gas licuado también han comenzado a prepararse para el nuevo panorama de escasez de gas natural, y a jugar sus cartas estratégicamente para aprovechar la oportunidad que les abre este nuevo escenario para capturar nuevos clientes y hacer frente a la mayor demanda que se avecina por cilindros y gas licuado a granel en la región.
Las medidas van desde la preparación de su personal y de los materiales necesarios para enfrentar solicitudes de reconversión en los hogares hasta una estrategia comercial más agresiva para que los nuevos edificios y condominios opten por el gas licuado para abastecerse.
Los primeros meses del año ya dan luces de este fenómeno y las ventas de gas licuado a granel se han elevado un 70% respecto del año anterior en la región, incluyendo el segmento industrial.
Así, la competencia entre ambas fuentes energéticas viene fuerte y promete hacerse más intensa si llega a concretarse un corte total desde Argentina.
El dicho popular que asegura que «la venganza se sirve en plato frío» podría tener un sentido renovado para las empresas de gas licuado (GL) en Santiago.
Los problemas en los envíos de gas desde Argentina y el eventual y creciente «riesgo de falla» que enfrenta lo único asegurado por ese país -el suministro residencial a Chile-, han hecho posible pensar que un día los santiaguinos nos levantaremos y de la ducha sólo va salir agua fría, o a medio calentar en cualquier comuna de la capital.
Por eso muchos santiaguinos han comenzado a pensar en reconvertir su actual suministro de gas natural (GN) de Metrogas, a gas licuado, proceso que también se ha extendido a clientes comerciales e industriales. Las empresas de gas licuado hoy pueden ver la materialización de una especie de revancha, luego que el año 2000 vieron masificarse el uso del gas natural y debieron compartir el crecimiento inmobiliario de Santiago con Metrogas.
Esta vez las cosas podrían revertirse y empresas como Lipigas, Gasco y Abastible, podrían retomar parte del crecimiento inmobiliario de la Región Metropolitana que cedieron a Metrogas en los años anteriores.
Un ejecutivo de la industria asegura que las ventas de ese derivado del petróleo han aumentado en lo que va corrido de este año un 14% respecto al mismo período del año anterior en todo el país, tanto en el consumo de clientes industriales como comerciales y residenciales.
Las ventas a granel por su lado -que también cubren la demanda de industriales, residenciales y comerciales, pero en mayores cantidades- ha subido un 70% en Santiago, muy por sobre el promedio de avance anual del resto del país que se ubica en 36% en comparación con el año anterior.
Esta ha sido la señal para que compañías como Lipigas, Abastible y Gasco estén comenzando a prepararse para reconvertir progresivamente desde equipos industriales, calderas comerciales, cocinas y calefones, para captar el mercado de los que temen quedarse sin el gas natural.
«La industria del gas licuado ciertamente está preparada para las conversiones desde el gas natural. Lo ha estado siempre», indicó el gerente general de la Asociación Chilena de Gas Licuado Eduardo Vio Grossi, respecto de lo que parece una oportunidad para estas compañías.
«Obviamente si se presentara una masificación de las solicitudes habría problema porque no hay tanto personal ni material para hacerlas todas. Imagínese que 100 mil personas pidieran reconversión de una sola vez», afirma.
Por esa misma razón, las compañías más que tomar la opción confrontacional de ir a captar clientes de Metrogas, han optado por dos posiciones: recibir a los que desean convertirse a GL, e ir por el crecimiento inmobiliario, aunque en el último tiempo se ha visto cómo han incrementado su publicidad.
«Las empresas más que ofrecer reconversión, están ofreciendo gas licuado a los nuevos edificios y condominios. Por ahora hay una arremetida de las empresas de gas licuado por captar esos clientes», explicó Vio.
Esto también se explica porque dos de las empresas de GL que operan en la capital, tienen relación de propiedad con Metrogas: Gasco es la matriz con el 52% de propiedad y Gasco GLP es la filial de gas licuado, mientras que Abastible es controlada por Copec, que tiene el 40% de Metrogas.
Tres millones con GL
La llegada del gas natural a Santiago fue más bien progresiva. El año 1997 los primeros demandantes fueron los industriales y las generadoras eléctricas. La competencia frontal con las distribuidoras de gas licuado, estuvo centrada en el crecimiento inmobiliario.
Metrogas se enfocó en abastecer y crear su red de gas natural bajo las nuevas construcciones de condominios y edificios que comenzaron a operar con gas natural.
Esto mermó el avance en las ventas del gas licuado.
Más notoria fue su llegada en el segmento industrial, donde se encuentran los grandes consumidores: el sector productivo y las generadoras de electricidad aprovecharon de lleno los pocos años de disponibilidad ilimitada que tuvo el recurso.
Este fue el sector que se llevó todo el crecimiento a sus arcas. «Las ventas de gas licuado que tuvimos en 2006, llegó casi al mismo nivel del que teníamos en 1997 y 1998», explica el ejecutivo.
Hoy más de 3 millones de los hogares de la Región Metropolitana cuentan con gas licuado, mientras que las casas, departamentos y comercio con Metrogas pasan los 350 mil hogares, una proporción a todas luces bastante menor, pero con consumos sustantivos en ambos casos. En el país son entre 400 ó 500 mil los hogares que usan ese combustible.
El consumo total –industrial y minorista- de gas licuado en Chile asciende a 995,9 mil toneladas. El gas natural llegó en su minuto -cuando cubría el mayor consumo del país, hasta el invierno de 2004- a 22 millones de metros cúbicos al día.
El riesgo de Argentina
Sin embargo, esos hogares y comercios enfrentan este invierno, y en especial esta semana, coyunturas de riesgo de abastecimiento, producto de la «onda polar», como dicen en Argentina, que está afectando a Buenos Aires con temperaturas menores a los 10 grados Celsius.
En estos casos, la demanda por calefacción en el país trasandino es tan intensa que hace temblar el sistema eléctrico de ese país, en particular en coyunturas como el mantenimiento de la planta nuclear el Embalse.
Ante este problema la gran mayoría de la población que tiene gas licuado en sus casas no tiene problemas, el suministro está asegurado y su mayor riesgo es que se le termine y se demore mucho en llegar el camión.
«El gas licuado llega por tren, camiones y barcos y llega a todo el país a cualquier parte, a la gran mayoría de la población», asegura un ejecutivo.
Sin embargo, en Santiago peligran todos y cada uno de los 350 mil hogares debido a la falta de una estación de respaldo de gas propano aire –reemplazo del gas natural- en la zona Oriente, justo la de mayor consumo.
Metrogas tiene dos plantas de propano en Estación Central y Maipú. El propano es el combustible de respaldo en caso de que Argentina corte totalmente el gas a Chile.
Ese país ha garantizado y tiene la voluntad de mandar 1,5 millones de metros cúbicos de gas día a día a Chile, para cubrir la demanda de los hogares y comercios, pero una emergencia podría terminar con ese compromiso.
Si eso ocurre y se extiende por más de 3 a 6 días –dependiendo del consumo chileno- los 350 mil hogares y comercios serán abastecidos por estas plantas de propano aire.
Sin embargo, la presión de estas dos plantas es muy baja y sólo con una tercera se podría cubrir todo el suministro residencial y comercial. De haber un problema hoy, el gas propano sólo alcanzaría para las cocinas y duchas de los clientes de Metrogas, pero no para la calefacción.
Este escenario es el que podría detonar una reconversión masiva, aunque en la industria señalan que el mejor escenario es hacerlo en forma programada. Afirman que la gente no tiene porqué cambiar su cocina y calefont, sino que es mejor apuntar a los sistemas de calefacción.
«Si hay corte residencial de gas natural, habría una parte del problema solucionado que es de la calefacción porque podría ser por estufas portátiles de gas licuado», afirma Vio.
Señala que la creencia de que no pueden usarse balones de gas licuado en los edificios es errónea. «Hay que hacer presente que no hay ninguna prohibición legal ni reglamentaria de usar cilindros en edificios o condominios. La única prohibición que podría existir es que los reglamentos de edificios o condominios lo prohíban», aclara.
Al punto que las empresas hicieron hace un par de años una campaña para el uso seguro de cilindros en edificios. Ejecutivos aseguran que las industrias del gas licuado están trabajando en conjunto para enfrentar una emergencia. En particular vendiendo propano aire para las plantas de Metrogas.
Años críticos
Si bien los escenarios son complejos, no son eternos. Los proyectos para desarrollar plantas de Gas Natural Licuado en el centro –Quinteros- y Norte de Chile están en distintos grados de desarrollo y las mismas empresas ligadas a las importaciones de gas natural desde Argentina, producción y distribución de gas licuado –como Empresas Copec- participan al menos en uno de estos proyectos.
El GNL Quinteros debería partir a mediados del 2009. Es decir, que el riesgo de quedar sin gas en los hogares se acota a ese invierno en caso de que Metrogas pueda construir su planta de propano en Peñalolén. En caso contrario el riesgo estará vigente hasta la puesta en marcha del GNL en la zona central.
Los clientes industriales por su lado, deberán esperar quieran o no la llegada del GNL o reconvertirse, como lo han hecho algunos. De hecho, Gasco tiene un programa de estanques de respaldo y reconversión de equipos para los industriales que han debido parar por los cortes totales que sufre en invierno el suministro desde Argentina.
Vio proyecta que en cualquier caso la estrechez es temporal.
«En el futuro habrá un excedente de gas licuado a nivel mundial. Y además en Chile va a llegar el gas natural licuado que será más caro que el gas natural (argentino) y se acercará al precio actual del gas licuado. Entonces habrá más competencia», proyecta Vio.
Además anticipa que «esto se calcula que ocurrirá en un plazo de dos años, cuando todos indican comenzará a notarse este mayor excedente».
Fuente: Diario Financiero
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