La máxima cúpula empresarial mexicana y directores de empresas transnacionales recomendaron a México dividir a Petróleos Mexicanos (Pemex) en dos empresas: una dedicada exclusivamente a la explotación de petróleo crudo y otra denominada GasMex, que se enfocaría al mercado del gas natural.

Es decir, quitarle a la petrolera las actividades de gas no asociado que serían manejadas por una entidad estatal, iniciativa que no requiere reformas constitucionales y que es «consistente con el objetivo de largo plazo para liberalizar este subsector».

La propuesta se la hicieron llegar a los presidentes de Estados Unidos y México, George Bush y Felipe Calderón, así como al primer ministro canadiense, Stephen Harper, durante la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte y forma parte de un catálogo de 51 propuestas que el North American Competitiveness Council (Consejo de Competitividad de América del Norte, NACC, por sus siglas en inglés), que integran los máximos representantes del sector privado de los tres países sostiene que son necesarias aplicar para destrabar los obstáculos que impiden alcanzar un gran mercado energético de América del Norte.

Dan visto bueno en México

El documento Enchancing Competitiveness in Canada Mexico, and the United States señala que José Luís Barraza, ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gastón Azcárraga, presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, León Halkin, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales, Valentín Díez, presidente del Consejo Mexicano de Comercio Exterior, Claudio X González, presidente del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, avalaron también sendas recomendaciones que buscan «permitir a compañías mexicanas, incluyendo la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a celebrar contratos de largo plazo para la compra de energía eléctrica a productores estadounidenses, así como liberalizar el comercio, almacenaje y distribución de productos refinados como las gasolinas».

La cúpula empresarial mexicana confía en que con las reformas secundarias al marco legal del sector energético se obtendrán utilidades, «que por la lógica de un mercado integrado determinará el ritmo para una reforma fundamental -de fondo-, en lugar de seguir esperando que suceda lo contrario».

El NACC sostiene en el texto, cuya copia posee EL UNIVERSAL, que «si México liberalizara completamente su sector de energía, las reservas relativamente abundantes de aceite y gas de ese país atraerían la inversión y la tecnología de punta existente en el mercado». Sin embargo, advierte que los obstáculos para liberalizar el sector frenan el proceso de la inversión, y los cambios constitucionales todavía se perciben como inverosímiles en corto plazo.

Opciones para mayor demanda

Además, señala que México tendrá que hacer frente a un desafío particular: la enorme demanda de gas natural del sector eléctrico para los próximos años, considerando que las inversiones probables en nueva capacidad de generación estarían des-tinadas a la construcción de plantas de ciclo combinado, que utilizan de manera intensiva el combustible.

Por eso México recurrió a la construcción de plantas de almacenamiento y regasificadores de gas natural licuado (LNG) y CFE se encamina a conformar un mercado paralelo de compra y venta de gas natural.

Los empresarios de México, EU y Canadá sugirieron una calendario para la toma de decisiones del gobierno mexicano y consideran factible que en 2010 se pueda dividir a Pemex y quitarle las actividades de gas no asociado, es decir, el gas que se encuentra en yacimientos y que no esta mezclado con petróleo crudo.

GasMex estaría encargada de todo lo relacionado con este combustible. «Un balance separado levantaría las restricciones presupuestales y de capital que hoy impiden ampliar la producción del gas a los ritmos requerido para cubrir la demanda».

Esta iniciativa intermedia, añade el documento, «es constante con el objetivo de más largo plazo de la liberalización del sector mexicano del hidrocarburo».

Actualmente, México tiene reservas de gas natural no asociado del orden 6.5 billones de pies cúbicos, que al ritmo de extracción actual significa que el país dispone de gas suficiente para 9.6 años. Aproximadamente 77% de esos recursos se concentran en campos terrestres, entre ellos el yacimiento en la Cuenca de Burgos en el noreste del país y el restante 23% en yacimientos marinos.
Fuente: El Universal, México.