(Chile) Corema aprueba central termoeléctrica en Cabrero
* En el sector La Colonia los productos estrellas son los arándanos y la rosa mosqueta, los que se exportan en la actualidad. Agricultores temen ver afectadas sus tierras.

En una resolución que causó escozor, tanto en la forma como en el fondo, entre los agricultores del sector La Colonia, de Cabrero (ver recuadro), la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) por 15 votos a favor y 5 en contra, calificó favorablemente el proyecto de Central Termoeléctrica Santa Lidia, en dicha comuna.
Sujeta a esta aprobación se exige que se implemente un estricto sistema de monitoreo para los residuos líquidos y un seguimiento en línea de las emisiones atmosféricas, así como utilizar el diésel de más bajo porcentaje de azufre disponible en el mercado (que no sobrepase los 350 ppm).
Además, se tendrá que compensar si hubiera pérdida de certificación de agricultura orgánica o de actividades agrícolas.
Según Bolívar Ruiz, secretario ejecutivo de Corema, «si éstas adquieren cierta magnitud, la planta debiera parar».
La entrega de la resolución de calificación ambiental también estuvo sujeta a que en un plazo de 90 días el titular del proyecto, la Sociedad de Inversiones Santa Lidia Ltda., informe a la Corema si es factible desplazar la localización de la futura planta, dentro de la línea de base (lo que se sometió a evaluación ambiental) que tiene un radio de 5 kilómetros.
Esto, pues los agricultores no están en contra del proyecto en sí, sino que rechazan su emplazamiento a metros de sus campos.
En todo caso, si el titular responde negativamente a la posibilidad de traslado, el proyecto igualmente se ejecutará, porque ya fue aprobado ambientalmente.
Al respecto, Bolívar Ruiz precisó que en ese escenario, «la Corema deberá tomar una nueva decisión, me imagino que los resguardos debieran ser mucho más fuertes».
La propuesta que finalmente se aprobó fue expresada por el seremi de Minería, Carlos Almanza Latorre y votada favorablemente en bloque por los miembros integrantes del gabinete regional. Estos últimos se reunieron por 38 minutos con la intendenta María Soledad Tohá, presidenta de la Corema, ya que se pidió un receso antes de la votación.
Entre los que rechazaron la propuesta estuvo el consejero Oscar Ferrel Martínez (DC), quien criticó que se dé luz verde y después se reparare si hay daño ambiental. Su propuesta era aprobar, pero sujeto a un traslado de la planta, al menos, de 5 kilómetros.
La termoeléctrica será en ciclo abierto, en una primera etapa, con petróleo diesel, funcionando como respaldo al Sistema Interconectado Central (SIC). En una segunda etapa funcionará en ciclo Combinado, con gas natural como primer insumo.
La central tendrá una potencia instalada de 360 MW y se conectará con la subestación Charrúa. La inversión es de US$ 175 millones. La mano de obra requerida durante el período de construcción será de 100 personas, con un peak de 200.
Su concreción está en concordancia con la llamada «ruta crítica» a 2009, es decir, si no se construye se agravaría el «ahogo energético».
«Es una vergüenza»
«Nos escucharon, pero no nos tomaron en cuenta. Lo que primó son sus intereses económicos y todos votaron alineados, según lo que les ordenaron desde arriba. Es una vergüenza», fue la sentida crítica de Ema Valenzuela Teoduloz, vocera de los agricultores.
Ellos pedían que el proyecto se trasladara 8 kilómetros para que no afecte sus tierras. «Ahora varios perderemos la certificación para ingresar a mercados internacionales», dijo.
Las producciones más afectadas, asegura, serán arándanos y rosa mosqueta. En el área hay unos 40 agricultores, 10 de ellos exportadores. Allí se emplea a unas 400 personas. «Yo temo perder mi trabajo», dijo la temporera Margarita Castro Roa.
Fuente: El Sur
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