(Regional) Riesgo de crisis energética amenaza a todas las economías de Latinoamérica
* Experto prevé que escenario se prolongará por cinco años y las economías de Latinoamérica tenderán cada vez más hacia el auto-abastecimiento.

Una crisis de energía eléctrica en Sudamérica parece estar a la vuelta de la esquina. El paro sindical de los petroleros argentinos la semana pasada no sólo ha afectado a las centrales generadoras de ese país, donde la brecha entre potencia generada y demanda se estrecha a pasos agigantados, sino que también ha arrastrado a países que dependen de su gas natural para proveerse de electricidad como Chile y Uruguay.
Mientras, Ecuador sufre con los efectos de la sequía e intenta protegerse de una emergencia firmando acuerdos para comprar electricidad a Perú.
“En Latinoamérica hay al menos doce países que están o entrarán en crisis energética”, advierte el secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), Álvaro Ríos Roca, entre los que incluye a Chile. “Los problemas de cada país son diferentes, pero lo más notorio es que hay países con recursos que no han sabido generar oferta segura para una demanda que crece, principalmente por falta de cohesión y claridad en sus reglas”.
Buscando ayuda
La situación uruguaya es similar a la chilena, ya que depende absolutamente del gas argentino y recibe 340.000 metros cúbicos diarios del hidrocarburo. Los conflictos sindicales de la semana pasada significaron un recorte de 50% del suministro normal, lo que trajo pérdidas al sector industrial, que recibió todo el impacto. Las autoridades están pensando en reducir el riesgo argentino importando gas desde Bolivia y reforzando su red de interconexión eléctrica con Brasil. Además, están promoviendo el desarrollo de biocombustible.
Ecuador, en tanto, tiene una fuerte dependencia de la electricidad colombiana después del fracaso del gobierno para reestructurar su industria, muy vulnerable aún a los problemas en la hidrología. La sequía ha hecho que los caudales se reduzcan de un promedio de 50 metros cúbicos a 28 m3, obligando al gobierno a comprar 75 MW a Perú por US millones para evitar apagones durante noviembre. Actualmente, 15% de la energía ecuatoriana proviene de la interconexión con Colombia. 25% corresponde a generación hidroeléctrica a nivel local y 60% a termoeléctrica.
El país ha implementado una campaña de ahorro energético que no ha tenido grandes resultados. En octubre el consumo creció 11%, y mientras se espera que llegue energía de reserva, cosa que las autoridades estiman para los próximos meses, se corre riesgo de cortes por falta de capacidad.
Hacia la independencia
Para el analista energético de la consultora argentina Sigla, Ruy Varela, las raíz la esta escasez en el Cono Sur está en las crisis institucionales en Bolivia y Argentina. “Lo que era una fuente segura e infinita de gas barato pasó a ser una fuente incierta de gas caro. Argentina pasó de ser un país exportador de gas natural a un país importador. Mientras que los cambios políticos en Bolivia hacen difícil disponer de su gas y seguir invirtiendo en infraestructura. Esto complica a Chile, Uruguay y Brasil, lo que les ha obligado abrir alternativas”.
El experto prevé que este escenario regional se prolongará por los próximos cinco años y asegura que los problemas actuales no son puntuales. Las economías de Latinoamérica tenderán por eso hacia el auto-abastecimiento en materia energética y confiarán cada vez menos en otros países.
Fuente: Diario Financiero.
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