La situación crítica en materia energética deriva en un inminente aumento en las tarifas de UTE. Se estima que el incremento será, aproximadamente, del 7% a partir del próximo mes. La demanda de energía está en el orden de los 1.400 MW, una cifra muy alta para Uruguay.

Frente a una situación crítica en los embalses de las represas, las centrales térmicas funcionan a tiempo completo. Paralelamente, se importa energía desde Brasil y Argentina, pero que llega en cantidades insuficientes.

La crisis y las fuentes de suministro

UTE abastece la demanda, fundamentalmente, con la represa de Salto Grande, sobre el Río Uruguay, y las tres represas que existen sobre el Río Negro.

Además, en momentos de crisis como el que el país atraviesa actualmente, se encienden las centrales Batlle y La Tablada, lo cual tiene un costo importante por el consumo de combustible.

También, Uruguay importa energía desde Argentina y Brasil. Pero se depende de la disponibilidad y la voluntad que exista en estos dos países.

Desde Argentina se compra muy poca energía y otro tanto se trae desde Brasil, donde la situación también es complicada por la sequía que hay en el Sur brasileño.

Argentina tiene la capacidad de vender energía a Uruguay por el total de la demanda, unos 1.400 MW (porque la interconexión es muy importante), pero actualmente envían unos 150 MW.

Ahora, la demanda de Uruguay es de 1.400 MW, por lo que se está en un «pico» de demanda.

Por otra parte, desde Brasil se puede importar, por intermedio de una pequeña interconexión que existe en Rivera, unos 70 MW.

También se pueden utilizar las líneas de Argentina, aunque en este caso se depende del espacio que pueda haber en ellas.

Y a Argentina, además de los contratos existentes, sólo en casos de emergencia como este, se le compra otra energía bastante más cara, la llamada energía «de contingencia», que se produce con equipos generadores y que, incluso, Argentina intenta no utilizar, por los costos que representa encender estos generadores.

Según informaron fuentes de UTE a Índice 810, Uruguay ha comprado combustible para alimentar esas máquinas que Argentina puede poner a trabajar. Esto fue confirmado, luego, por el presidente de Ancap, Daniel Martínez.

Pero además de UTE, Ancap está tomando otras medidas para paliar, al menos en parte, la situación crítica en materia energética.

Por ejemplo, Ancap está haciendo gestiones para bajar el precio del supergás, estimulando el uso de equipos de garrafa para calefacción, y desestimulando el empleo de calefactores eléctricos, según explicó el presidente de Ancap.

«Está trabajando el Gabinete Energético, integrando por el Ministerio de Industria y Energía, la Dirección Nacional de Energía, Ancap y UTE. Dada la crisis energética no (…) tenemos respaldo térmico para generar. Por eso se busca sumar iniciativas para encontrar, entre todos, una solución para promover más el uso del gas GLP», indicó.

Pero además, Ancap está haciendo otras cosas para paliar esta crisis. «Venimos trabajando muy coordinadamente en todo lo que es el suministro de fuel oil y de gasoil para las centrales térmicas nacionales (…). Ancap ha estado coordinando para conseguir fuel oil con bajo contenido de azufre para rentar centrales térmicas argentinas», señaló Martínez.

Energía hidráulica

El gerente de Operación de Centrales Hidráulicas de UTE, Mario Albornoz, explicó que la situación respecto al suministro de energía hidráulica es «muy complicada». Este tipo de energía es más barata y la base de la matriz energética uruguaya.

En el Río Uruguay, donde se encuentra la represa de Salto Grande, hay un caudal de unos 600 metros cúbicos, cuando lo normal es que haya unos 3.000. Y en las represas del Río Negro hay reservas para unos 40 días, cuando lo normal es que se tenga reservas para unos 160 días.

Suben las tarifas

Finalmente, y a raíz de la crisis energética, se vienen los aumentos de UTE que oscilarán en el entorno del 7% en las tarifas, a partir de junio, según publicó el diario El Observador.
Fuente: El Espectador.