La integración de Gas Natural, líder del mercado gasista español, y de Endesa, primera eléctrica nacional, «plantea problemas en sede de competencia, si bien serían remediables de imponerse condiciones». Es el criterio que HC Energía (Hidrocantábrico) ha expuesto ante el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) sobre las repercusiones de la Oferta Pública de Adquisición (OPA) hostil que la gasística controlada por la Caixa ha lanzado sobre Endesa y que ha convulsionado el sector energético español y desencadenado al mismo tiempo una fuerte controversia política.

Una vez pasados los exámenes de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y del Tribunal de Defensa de la Competencia, la operación no llegará al test definitivo -la respuesta de los accionistas de Endesa a la oferta- hasta que el Gobierno decida si la autoriza o no, aunque el propio presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha dado a entender que el Consejo de Ministros dará luz verde, aunque con condiciones. Es un criterio más cercano al que expuso la Comisión de Energía en su informe que al de la jurisdicción de Competencia, partidaria de que no se autorice la maniobra de Gas Natural porque, alega su informe, provocaría “perjuicios irreversibles” en el funcionamiento del mercado.

Durante ese proceso, el resto de las compañías energéticas y otros directa o indirectamente implicados han expuesto a la Administración sus opiniones sobre la OPA. Entre ellos, la asturiana Hidrocantábrico y su propietaria, la lusa Energías de Portugal (EDP). Según los criterios que ambas han expuesto por escrito ante Defensa de la Competencia, para que se dé el visto bueno al nuevo gigante energético peninsular “deben imponerse rigurosas condiciones”.

Como ya trascendió desde el inicio de la operación, la principal de las objeciones de la eléctrica que preside Manuel Menéndez atañe al acuerdo paralelo entre Gas Natural e Iberdrola sobre las desinversiones. Anticipándose a la segura obligación de desprenderse de instalaciones o de negocios que las autoridades habrían de imponer, la gasística pactó con la compañía de raíz vasca, principal competidor de Endesa, la compraventa de numerosos activos de electricidad y gas. Tal acuerdo, como ha denunciado el resto del sector, cercena las opciones de otras compañías de concurrir en un proceso ordinario abierto.

”El acuerdo entre Gas Natural e Iberdrola vulneraría las llamadas por la Comisión Europea «normas del comprador», en tanto en cuento estarían provocando nuevos problemas de competencia”, alega Hidrocantábrico en las observaciones que recoge el reciente dictamen del TDC.

La compañía asturiana opina que, además de frenar el pacto paralelo Gas Natural-Iberdrola, la autorización de la OPA debe condicionarse también a que se limite de una forma más intensa el tamaño y la posición en el mercado del grupo resultante. Gas Natural ha planteado que el nuevo grupo, de salir adelante su oferta, se deshaga, entre otros activos, de instalaciones de generación, entre ellas varias térmicas de carbón o redes de distribución de gas natural en varias regiones que suman un total de 1,25 millones de clientes.

HC propone que se supedite la operación a “un programa de liberación de gas de un volumen significativo, desinversiones adicionales en el mercado mayorista de electricidad, disminuir el poder de mercado de las empresas dominantes en generación eléctrica y desinversiones de distribución de gas y electricidad eficientes, sin que el solapamiento sobrepase un determinado umbral”. En otras palabras, Hidrocantábrico sugiere que se impongan condiciones de desinversión más exigentes que las ofrecidas por Gas Natural.

Como otros grupos -caso de Unión Fenosa o Viesgo Enel-, HC Energía está dispuesta a pujar por la compra de activos en el supuesto de que la opa de Gas Natural salga adelante. A través de su filial Naturgas, Hidrocantábrico es ahora la segunda distribuidora nacional de gas por número de clientes, y, según fuentes del sector, las desinversiones que podrían seguir a la opa darían a la empresa asturiana opciones de ampliar ese negocio. Siempre que se viniera abajo el acuerdo Gas Natural-Iberdrola y se abriera el proceso al resto de los operadores.

Por el medio aún debe concretarse la decisión del Gobierno y, en su caso, la última palabra corresponderá a los accionistas de Endesa: aceptar o no la oferta de Gas Natural. El gigante que preside Manuel Pizarro registró ayer en la Bolsa la mayor subida del Ibex-35, un 2,3%, ante los rumores de que el grupo gasista catalán subirá su oferta, y también ante la expectativa de que Endesa, que ayer aprobó sus cuentas, presentará mañana los mejores resultados de su historia.
Fuente: La Nueva España.