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Pacheco anuncia apoyo a línea de GDF Suez y flexibilización de contratos de GNL

(Diario Financiero) Luego del anuncio de la Agenda de Energía, DF se reunió con el Máximo Pacheco para reflexionar sobre lo que han sido estos casi 90 días de trabajo, desde que recibió la llamada de la presidenta Bachelet diciéndole: “te quiero pedir que te hagas cargo de Energía, que para mí es un tema estratégico”. Eso fue todo lo que le dijo, un mensaje muy breve pero certero y directo, recuerda el ministro.

Pero también fue decidora otra llamada que recibió recién nombrado en la cartera, la del sacerdote Gustavo Ferrari, quien lo casó hace 38 años. “Él es un hombre muy sabio. Fue secretario privado del Cardenal Raúl Silva Henríquez por muchos años. Él me llamó para felicitarme por el cargo y me dijo “mire Máximo usted tiene una misión muy difícil de cumplir porque en estos años, en la sociedad chilena hemos construido un tipo de convivencia y un tipo de país donde está exacerbado el individualismo, el egoísmo, el pensar sólo en sí mismo, y usted si quiere ser exitoso va a tener que ser muy generoso y buscar formas de convidar a los distintos actores a tener esa generosidad, sin esa generosidad no se va a conseguir avanzar en el tema que a usted le han encargado”. Eso me marcó”.

De ahí la intensa agenda que ha tenido, colmada de reuniones con cada uno de los actores involucrados en el desarrollo energético, ya sea de la industria, como la academia y las comunidades. Todo ello le permitió confeccionar una Agenda que ha generado gran expectativa, y que a medida que se va desmenuzando da muestras de que el rol del Estado será fuerte.

-¿En la elaboración de la agenda cuánto hay de Máximo Pacheco técnico y cuánto del político?

-La preguntita. No sé, eso lo tendrían que decir ustedes. Lo que sí sé es que cuando asumí este ministerio siempre imaginé que era técnico-sectorial, pero al muy poco andar me di cuenta de que estaba lleno de una amplia diversidad de actores, que se hablaban muy poco entre sí, que pertenecían a mundos muy segmentados, segregados y donde había mucho veto del ministerio, de tipo territorial, político, ambiental, ecológico, ideológico y que construir una agenda para el sector no era un desafío técnico, porque si hay algo que sobra en este sector son los diagnósticos.

-¿Determinó que ese era el mayor problema?

-Me di cuenta de que la falta de disposición para buscar acuerdos era lo que tal vez había impedido avanzar en lo que tenía entrampado al sector. Me pareció sumamente claro que aquí hay muchos conflictos de interés, que hay actores muy poderosos y que hay conflictos significativos entre sectores y que si quería tener éxito debía buscar un diálogo fecundo y serio, era una tremenda obligación.

-Ahí se entienden el taller, las reuniones, el llamado a mirarse las caras

-Sí, creo que hemos hecho un tremendo esfuerzo por reunirnos por distintos canales con gente muy diversa, pero que está vinculada con el sector y que han pensado mucho este tema.

-¿Ha visto resultados?

-Sí y me siento muy orgulloso. He tenido dos grandes momentos desde mi nombramiento: el taller en el ex Senado, que fue nuestra primera reunión multilateral, donde no convidamos a la gente a escuchar discursos, sino que a discutir las ideas que habíamos recibido y sondear las formas de encontrar acuerdos.

Pensé que la gente no se iba a quedar porque podrían preferir no opinar o no hablar, pero todos se quedaron. Eso fue inédito.

El segundo gran momento fue en La Moneda cuando entregué la agenda, tenía dudas de que la gente que convidamos fuera, pero ví que había mucha gente muy diversa, que fue para mostrar que aunque todos saben que la decisión final es del gobierno, habían participado.

-Había mucha expectación por conocer el contenido de la agenda.

-Tenemos muchas tareas pendientes, estamos muy atrasados, pero el legado que recibimos es muy pobre y nos deja el piso un poco bajo.

Lo que más me complica es que la expectativa en torno a la agenda es muy alta. Al leer la prensa al día siguiente saqué la conclusión que se espera que cumplamos esto.

-No podemos olvidar que en el Congreso usted dijo que uno de los retos que debe sortear la agenda es que aquí hay mucha plata de por medio.

-Este es un sector súper intensivo en capital, las utilidades del sector eléctrico el año pasado fueron más de US$ 1.000 millones. Aquí necesitamos cambiar el paradigma en energía, porque hasta ahora ha primado la idea de que el crecimiento requiere energía, pero queremos ser categóricos: Sin energía no habrá crecimiento y la sociedad en Chile tiene que incorporarlo en su cotidianeidad.

Rol del Estado

-El rol del Estado cruza toda la agenda, pero es un tema delicado, algunos lo ven como algo peligroso. ¿Están tomando resguardos para que no haya intervencionismo, que no se vea competencia desleal en la actuación de Enap, que no vengan decretazos?

-Es que no debe ser mal interpretado, no corresponde. Creo que el punto de partida de esta discusión es que el bien común existe, si lo aceptamos existe alguien que lo representa y para nosotros es obvio que ese es el Estado.

Acá estamos tomando decisiones que tienen que ver con un servicio público, con cómo usamos el territorito, por eso creo que quienes levantan esa duda sobre el rol del Estado están profundamente equivocados y tratan de reducir la discusión al tema del rol empresario, cuando en realidad la discusión es sobre cómo tratamos de dar un servicio público.

Quiero decirle más, que esta definición del nuevo rol del Estado es una cosa que en Chile se pide a gritos. Tengo mucho empresario que ha pedido reunión para decirnos “ministro de este entrampamiento no podemos salir solos”.

-Uno de los ejes de la agenda es la hidroelectricidad, en un plano deshidroaysenizado ¿Qué tipo de emprendimientos van a apoyar?

-Tenemos una enorme cantidad de proyectos: minihidros, centrales de pasada y de embalse, tenemos planes piloto para estudiar algunas cuencas donde, en base a una evaluación ambiental estratégica. La agenda hace una definición que es muy estratégica: Chile debe usar sus recursos hídricos para generar electricidad.

¿Cómo bajará el precio del gas natural por red si la regulación propuesta se activa cuando se supera la rentabilidad que ya está definida?

-Primero, las empresas privadas deben comenzar a bajar sus precios lo antes posible y en segundo lugar, haremos todos los ajustes necesarios en la legislación para que la rentabilidad de distribuir gas por red en Chile sea razonable.

-Las empresas dicen que están en los rangos establecidos

-¿Quién dijo que no la exceden?

-Las empresas

– Gracias.

Disposición de las empresas para invertir: «Aquí yo no le he tirado a la bandada»

-¿El frenazo de inversiones se debe a falta de proactividad de las empresas, a su incapacidad para hacer buenos proyectos o a los buenos balances que logran con los precios altos?

-Con eso me refiero a que las generadoras y las empresas de transmisión en Chile han generado significativos flujos de caja que comparados con su Capex las dejan en evidencia. Aquí hay empresas grandes que en los últimos diez años han invertido sólo 23% de su flujo de caja y eso produce un déficit que impacta el precio de la energía.

-Pero las empresas dicen que quieren invertir pero no pueden ¿Cree que se están escudando y que sus proyectos son malos?

-No, pero sí creo que esa es una excusa muy mala porque este país es el mismo para las mineras o las inmobiliarias, tiene las mismas leyes, comunidades y regulaciones ambientales y sin embargo, esos sectores sí hacen proyectos.

-¿Y qué harán al respecto?

-Aquí yo no he tirado a la bandada, sino que puse un punto y que se ponga el sayo a quien le caiga. Como autoridad digo que es rol del Estado discutir con las empresas su estrategia de crecimiento, especialmente en un sector donde la falta de inversión es grave.

-¿Qué les ha dicho a las empresas?

-Les he dicho en tono amigable, positivo y constructivo, que necesitan entender que hoy el mundo es más complejo, que hacer buena gestión social y ambiental es una exigencia, un desafío y una oportunidad para diferenciarse, que saquemos lecciones de los casos en que los proyectos no han avanzado.

-¿Y sobre las inversiones?

-He llamado a las empresas a ser mucho más agresivas en su estrategia de crecimiento, de lo contrario no saldremos de este entrampamiento.

Buscaremos la inversión a través de nuevos actores, de nuevas tecnologías y también con el apoyo de las empresas. El gobierno tiene un compromiso para que las empresas del sector puedan seguir creciendo, pero también traeremos más competencia porque le hará bien a las empresas. Es claro que no es posible desarrollar la musculatura mirando como otros levantan pesas. Creo que cuando haya más competencia habrá mejores empresas.

Tratarán de adelantar capitalización de Enap

-¿No será muy tarde inyectar los US$ 400 millones a Enap en paralelo al trámite del gobierno corporativo?

-Todo esto irá en un mismo paquete y hemos dicho que eso sucederá «a más tardar el primer trimestre de 2016», aunque el ministro de Hacienda ya me hizo ver, de manera muy cordial y directa, que le gustaría que esto fuese un poquito antes.

-¿Cuánto antes? los tiempos de Enap son ahora

-Digamos las cosas por su nombre. Enap es una empresa  con una deuda altísima, US$ 4.000 millones, que le obliga a pagar cada año US$ 200 millones en intereses. Esto resulta profundamente incómodo porque afecta su flujo de caja.

Con la capitalización Enap reducirá su costo financiero y con eso mejorará su balance, pero también tiene posibilidades de apalancar financiamiento para proyectos específicos.

-Pero cada vez tiene menos capacidad de apalancar recursos

-Enap es percibida como una empresa del Estado de Chile que tiene sus cuentas en orden y también manifiesta la intención de fortalecerla.

Lo que decimos es que vamos a hacer los proyectos que haya que hacer, independiente del timing de la capitalización.

-¿El monto de la capitalización es suficiente?

-El aporte es muy significativo y le hará muy bien a la empresa, la hará más robusta financieramente y más sólida en su balance. Eso es importante porque aquí lo que más importa es destacar que tendremos una Enap más emprendedora, más eficiente y con mejores índices de seguridad para sus trabajadores.

-¿Esto quiere decir que Enap será una empresa nacional de energía?

-No, no tiene nada que ver una cosa con la otra.

-¿Impulsará estos emprendimientos en solitario y también con privados?

– -Absolutamente, eso nos caracterizará, seremos muy pragmáticos. Me siento muy orgulloso de presidir una empresa que buscará todas las formas de participar en el desarrollo de la estrategia de energía. Como directorio estamos entusiasmados porque Marcelo Tokman sea el gerente general, porque tiene experiencia, tiene trayectoria y tiene una tremenda capacidad organizadora.

Flexibilizarán los contratos de GNL

-La gran apuesta es el GNL…

-Hay muchas apuestas. Es muy importante recalcar que buscamos una matriz que sea diversificada, equilibrada y que garantice al país mayores niveles de soberanía en sus requerimientos de energía. Por eso dimos palabras en favor de los recursos hídricos, de las termoeléctricas, del gas y dimos una palabra fuerte a favor de las ERNC. Hemos dicho las desarrollemos todas con respeto a las comunidades y al medioambiente.

-Pero es en el GNL donde hay más opciones de llegar rápido al arco.

-Esa es la importancia del GNL, que está asociado a medidas de corto plazo. Si metemos más gas al sistema se sustituyen combustibles caros y se baja el precio.

Además, se introduce más competencia. Hemos dicho con todas sus letras que no es aceptable que las plantas de GNL se usen sólo para el gas que traen sus dueños.

-¿Y la autorregulación será suficiente?

-No. Creo que vamos a hacer valer todo el peso que tiene Enap como accionista del terminal de Quintero.

En la planta del norte la situación permite pensar que podrá ser usada por terceros, aunque ahí está Codelco.

-¿Hacer valer el peso de Enap significa sólo que venda gas o arriende regasificación o se podría cambiar el sistema que funciona con contratos?

-Obviamente vamos a buscar la forma de flexibilizar esos contratos, de manera que permitan la entrada de nuevos actores al mercado.

-¿Enap tiene las espaldas para exigirlo?

-Enap y el Estado.

-¿Está conversado con los otros dueños del terminal de Quintero la ampliación a 20 millones de metros cúbicos?

-Eso se hará, probablemente con un esfuerzo compartido con el sector privado, y forma parte de las conversaciones que estamos teniendo.

El tercer terminal quisiéramos que también se hiciera con privados con los que ya estamos conversamos.

-¿Replicarán el modelo de Quintero, donde las empresas pasaron demandantes a propietarios?

-El origen de las plantas de Quintero y Mejillones fue la estruendosa crisis del gas. Hoy la situación es distinta, tenemos distintas opciones para evaluar y reitero que en este tema seremos sumamente pragmáticos.

Delegación a estados Unidos

Uno de los objetivos centrales de la visita de la Presidenta Bachelet a Estados Unidos, que se realizará en los próximos días, serán las gestiones para poner a Chile en la lista de países a los que el gigante norteamericano podría exportar shale gas.

Por eso el titular de Energía será parte de la delegación que acompañe a la mandataria.

«Estamos en presencia de una oportunidad para Chile y el tener un TLC con Estados Unidos nos da una ventaja», dice Pacheco.

El secretario de Estado agrega que aunque otros países podrían resultar más atractivos para dicho intercambio comercial, porque están dispuestos a pagar más de lo que Chile podría para que el combustible sea competitivo a nivel local, el país podría beneficiarse por el interés de EEUU de conformar una cartera diversificada de clientes en distintos mercados, «por eso creo que hay muy buenas razones para pensar que Chile sería un muy buen candidato para ese gas», precisa.

Aunque el ministro prefiere no adelantar detalles de la estrategia que el gobierno desplegará, ésta podría incluir en la delegación a ejecutivos de las empresas que podrían comprar el gas. «Eso se comunicará oportunamente», dice.

Lo que sí reconoce Pacheco es que Enap ya está en contacto con esos potenciales demandantes del hidrocaburo con el objetivo de recopilar información y así concretar el objetivo del gobierno de agregar demanda.

«No creo que sea una buena estrategia que cada uno vaya a comprar gas para sus propias necesidades porque creo que será muy difícil, y aquí vuelvo al rol del Estado, que los privados no podrán hacerlo solos», afirma.