Q
Coronavirus: reformulación de las prioridades en el sector energético

Coronavirus: reformulación de las prioridades en el sector energético

La crisis provocada por el coronavirus recién comienza. Si bien es imposible identificar hoy todos los impactos que tendrá para Chile y el mundo, hay ciertos elementos que nos permiten visualizar los desafíos que deberá abordar la política pública energética en el corto plazo.

En primer lugar, tendremos una nueva caída en el consumo energético. Esto traerá impactos en el próximo cálculo de precios de nudo de corto plazo (sumado a la reducción de precios internacionales de los combustibles), lo que golpearía los precios estabilizados de energía para pequeños medios de generación a partir del segundo semestre.

Junto con una eventual reducción de las inversiones esperadas en este segmento, debería monitorearse si algunas compañías comenzarán a tener problemas de caja para cumplir sus compromisos. En este aspecto y sin generar beneficios artificiales, se hace necesario que la CNE revise ciertos aspectos del proceso y la regulación vigente, las que han sido presentadas a la autoridad a propósito del informe de enero pasado, como la certeza del plan de obras, la proyección de precios de combustibles y el nivel de dólar que se utiliza para fijar el precio medio de los contratos.

De la misma manera, la baja de consumo y un probable aumento de la morosidad en el pago de las cuentas eléctricas, conllevará menores ingresos para las compañías distribuidoras y generadoras. En el caso de la distribución, podría implicar menores inversiones de estas en reposición y mantención de equipos, lo que podría aumentar la indisponibilidad de suministro, por lo que la ley larga de distribución cobra aún más importancia en su tramitación, ya que se espera disponga un esquema de remuneración que incentive a realizar las inversiones que se requieran, en un equilibrio de inversiones de capital y mejoras en la operación, que traigan un mejor servicio y más barato para los chilenos.

En el caso de la generación, la autoridad deberá monitorear si está en riesgo la cadena de pagos del sistema, anticipando medidas que eviten la quiebra de algún actor, para evitar situaciones como las que ya hemos vivido en el pasado.

Por otra parte, el alza del dólar obligará al Gobierno a revisar la Ley de estabilización de precios de la energía, puesto que el fondo máximo permitido se agotaría en el primer semestre de 2021, dos años antes de lo presupuestado. Dado que aún existe tiempo para discutir este cambio, se deberían discutir nuevas soluciones que puedan cumplir con el objetivo, con un menor costo para las empresas generadoras y las señales que se entregan a las inversiones futuras. Se podrían explorar alternativas para que las compañías puedan optar por la fórmula que se adapte a su realidad, tales como modificar los contratos, soluciones financieras, focalización del beneficio o financiamiento por parte del Estado, entre otras alternativas.

Vea cuáles son los últimos temas en los que trabaja la Comisión Nacional de Energía

“Estamos terminando las regulaciones específicas de la Ley de Transmisión, especialmente el reglamento de servicios complementarios”, detalló a este medio Andrés Romero, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE) en el marco de la inauguración de la planta fotovoltaica El Romero Solar.

En este último periodo, antes de que termine el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, la entidad está enfocada además en la armonización normativa de los aspectos técnicos económicos del Sistema Interconectado Central (SIC) y el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING).

“En pocas semanas más vamos a tener un sistema eléctrico nacional y en ese sentido estamos pronto a dictar una resolución que va a determinar cuáles son las normas que son aplicables a cada uno de los sistemas”, detalló Romero.

Otro aspecto importante que queda por definir, explicó la autoridad, es el plan de expansión del sistema de transmisión con la nueva ley.

[Andrés Romero: “No tenemos ninguna duda de que se van a concretar los proyectos adjudicados”]

Licitaciones de suministro eléctrico: Un proceso exitoso que no se detiene

Licitaciones de suministro eléctrico: Un proceso exitoso que no se detiene

Este 11 de octubre se presentarán las ofertas de una tercera licitación de suministro eléctrico para clientes regulados dentro del nuevo marco que estableció la Ley 20.805, que perfeccionó el proceso de subastas de energía en Chile.

A casi tres años de la publicación de la ley, existe consenso en el éxito de sus resultados, con un evidente aumento de la competencia, la incorporación masiva de energía limpia al sistema y una disminución significativa de los precios de la energía que ya se ha empezado a hacer efectiva. De hecho, las innovaciones que introdujimos en la Ley 20.805 han promovido la entrada de nuevos actores al mercado, permitiendo la incorporación de distintos proyectos y tecnologías de generación, y, en consecuencia, han aumentado la competencia en el proceso de licitación, impactando de manera muy favorable sus resultados, lo que nos ha llevado a cumplir sobradamente la meta que nos propusimos en la Agenda de Energía de reducir los precios.

Vale recordar que, tras los cambios regulatorios que efectuamos el año 2015, el primer proceso, que demandó un total de 1.200 GWh/año, tuvo como resultado ofertas de 30 proponentes, todos ERNC, adjudicando en octubre de 2015 a un precio promedio de 79,3 US$/MWh, monto 40% menor que el de la licitación de 2013 (129US$/MWh). En la segunda subasta, adjudicada en agosto de 2016, recibimos 84 ofertas por 85.000 GWh/año, casi siete veces más de la energía licitada y adjudicamos a un precio promedio de 47,6 US$/MWh. La próxima subasta (Licitación 2017/01) considera un bloque de suministro de 2.200 GWh/año en total, para iniciar suministro en enero de 2024 por un periodo de 20 años.

Las principales innovaciones que tendrá la próxima Licitación son el diseño de los bloques trimestrales, el mecanismo de adjudicación en dos etapas y el aumento de los montos de las garantías que deben acompañar los proponentes. Asimismo, el proceso exige a las empresas oferentes un Informe de Calificación de Riesgo con seguimiento y un respaldo físico de la oferta. Estos cambios apuntan a mantener un mercado competitivo y a asegurarnos de la seriedad de las ofertas que se presenten.

Destacable ha sido el rol que ha tenido la Comisión Nacional de Energía en el buen desarrollo de estos procesos. Además de las responsabilidades que le confiere la ley en cuanto a diseñar, coordinar y dirigir estas subastas, hemos efectuado una permanente evaluación de sus resultados, un seguimiento a la implementación de los proyectos asociados a cada oferta adjudicada y en cada nuevo proceso hemos introducido mejoras para asegurar mayor competencia y menores precios para millones de clientes.

En suma, tenemos fundadas razones para afirmar que las licitaciones de suministro eléctrico para clientes regulados, bajo el marco de la nueva ley, constituyen un proceso exitoso, que sigue en marcha y nos permite mirar con optimismo el futuro del sector, como un aporte central para la mayor productividad de nuestra economía.