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La industria se encuentra en la antesala de grandes cambios

La industria se encuentra en la antesala de grandes cambios

La gestión, almacenamiento, transporte y distribución de la energía se encaminan hacia un sistema más inteligente, sostenible y eficiente impactando positivamente en el progreso de Chile y sus ciudadanos.

La electricidad es un impulsor clave del progreso, y se traduce en la necesidad de un acceso continuo de este vital servicio a un precio asequible. De igual forma esto conlleva a que los proveedores de electricidad deban mantener estándares de calidad estrictos y proporcionar sus servicios a costos competitivos.

Considerar fuentes de energía con bajas emisiones y con costos coherentes ha sido posible gracias a la tecnología actual. Esto genera un gran compromiso y un desafío a ser un nuevo motor de desarrollo, generador de conocimientos y de bienes y servicios tecnológicos, relevantes en innovación y desarrollo productivo, que acompañe el cambio que se está produciendo en nuestros días.

Visiones de futuro del sector eléctrico dependen de la continua innovación tecnológica para invertir en eficiencia, en almacenamiento, en energías renovables y sostenibles, y en nuevas tecnologías que permitan administrar la demanda de los sectores productivos y del consumo de la ciudadanía.

Nuevos enfoques de negocios requerirán implementar nuevos modelos de operación respaldados por soluciones significativas de monitoreo, control y administración, que utilicen tecnologías en tiempo real y que permitan contar con volúmenes importantes de información para analizarla y de esta forma tomar decisiones oportunas y precisas.

Pensando en las futuras ciudades inteligentes, quienes concentrarán a los grupos urbanos más significativos, estas requerirán suficiente energía eléctrica para ser ciudades sostenibles económica, social y medioambientalmente, lo cual nos desafía a innovar en la generación, distribución, integración y almacenamiento a través de redes eléctricas, nuevos materiales, y nuevas estrategias para aprovechar la energía de fuentes alternativas y sostenibles.

El involucramiento y conciencia del consumidor final en el uso inteligente de la energía será parte de la educación que deberemos entregar, pensar en poner a disposición de los usuarios de aplicativos que alerten y permitan tomar acciones para mejorar el uso consciente de este vital servicio.

Definitivamente el sector de generación de electricidad a nivel global evolucionará en el futuro, una verdad está clara: la industria se encuentra en la antesala de grandes cambios y debemos prepararnos para ello.

Las ERNC y su importancia en la diversificación productiva

Las ERNC y su importancia en la diversificación productiva

En esta verdadera “explosión”, muy expansiva por lo demás, de las inversiones y la materialización de proyectos de Energías Renovables No Convencionales (ERNC), irrefutablemente ya presentes en el segmento de generación eléctrica del país, ¿cuál es el rol de la empresa local de oferta de servicios, transferencia tecnológica y desarrollo e integración de soluciones?

Más allá de la discusión de proyectos más o proyectos menos que se materializarán, es una evidencia de la causa que la matriz de generación eléctrica sufrirá una interesante modificación en su distribución, inyectándose al sistema interconectado, miles de MW de ERNC, especialmente fotovoltaicas (FV) y de concentración solar (CSP), sumadas estas, a plantas eólicas y minihidros de pasada.

Además, el SIC y el SING se verán, en un futuro muy próximo, interconectados entre sí, abriendo un nuevo campo de oportunidades, para que las transferencias de potencia se produzcan y para que las transacciones de energía ocurran en un escenario nuevo, dinámico, para el cual todos los actores del sector se están preparando.

Es sabido que fondos de inversión y empresas extranjeras han liderado esta ruta hacia el cambio cuantitativo y cualitativo, aportando capital, tecnología y conocimiento para la concreción de estos proyectos ERNC. Pero, ¿qué rol le cabe a las entidades locales: sociales, gubernamentales, universidades, a los centros de investigación y a la empresa nacional, esta última con su oferta de servicios, de transferencia tecnológica y de desarrollo e integración de soluciones propias? ¿O vamos a ver pasar este boom, constatando después de 10 años, que ni el conocimiento, ni la supervisión sobre aquellas plantas construidas, ni las soluciones propias para nuestras particularidades, se han desarrollado localmente y menos que estemos en condiciones de exportar dichas soluciones?

Desde todos los ámbitos mencionados en la primera pregunta se debe incentivar, fomentar y generar instancias que permitan crear capacidades locales para esta industria: las regulaciones; la certificación de equipos; las normas y estándares deben actualizarse y estar claros; la modernización del SIC-SING (su regulación y exigencias de calidad); la formación de profesionales y técnicos especializados; la certificación de instaladores; la priorización de regiones y sectores ciudadanos proclives a recibir el beneficio de estas tecnologías; la investigación y el desarrollo en universidades, en centros de I+D, en empresas nacionales; la capacidad de servicio local, en empresas que estén preparadas para brindar operación, mantenimiento, asistencia técnica y mejora continua de estas plantas y sistemas.

Entiéndase como empresa nacional, toda empresa con RUT chileno, de capitales chilenos o extranjeros, pero que marque preferencias por el desarrollo local de capacidades.

Finalmente, se trata de crear un ecosistema en el entorno de esta tecnología, con una masa crítica de empresas y personas idóneas, y por qué no, esta industria entregando soluciones propias, incluso exportables al mundo.