x

Fundamentos del modelo marginalista: ¿Un sistema eficiente o perverso?

Mientras algunos señalan que permitiría evitar la manipulación de los precios, otras voces consideran que no está proporcionando los incentivos necesarios para desarrollar una mayor oferta de generación que redunde en una reducción de las tarifas.

Sebastián Bernstein, socio de Synex Consultores y ex secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía.

¿Es partidario del sistema marginalista de precios tal como está funcionando actualmente? ¿Por qué?

Sí. El sistema marginalista está en la esencia de todos los modelos de mercado competitivos, de todo tipo. Es lo que se llama mercado spot. Los mercados de todo tipo se basan en mercados spot, de muy corto plazo, basados en precios o costos marginales, y también en mercados de contratos de largo plazo, que se basan en valores de desarrollo o proxis de costos marginales de largo plazo.

En un modelo marginalista, ¿cómo abordar el hecho de que las decisiones de un par de empresas pueden afectar al sistema en su totalidad?

El modelo marginalista no tiene nada que ver con el problema presente, porque solo se aplica en el despacho de las centrales y en el cálculo de los costos marginales de corto plazo, y no a los precios de contrato de largo plazo, que son los que impulsan el desarrollo de los proyectos medianos y grandes.

Por el contrario, el sistema marginalista basado en costos marginales de corto plazo (y no en precios ofrecidos) es el que permite garantizar que los precios spot horarios no sean manipulados por generadores que eventualmente quieran ejercer poder de mercado. Si el sistema de precios spot y de despacho estuviera basado en ofertas libres, como ocurre por ejemplo en Estados Unidos, Inglaterra o Noruega, podría ocurrir abuso de parte de un generador dominante.

¿Existe una falta de competencia en el sector energético?

Hay falta de competencia en la oferta de energía de base, pero no porque los actores se pongan de acuerdo, sino porque sencillamente no hay energía disponible que ofrecer frente al crecimiento de la demanda. Esta falta no es culpa de los actores sino de los impedimentos que el entorno social, legal y político le está poniendo al desarrollo de este tipo de proyectos.

¿A qué se debe el escaso ingreso de nuevos actores a este sector?

Hay muchos nuevos actores en ERNC y pequeñas centrales (alrededor de 60), pero casi ninguno en grandes proyectos. Hay distintas causas que están frenando el desarrollo, pero las principales son la oposición social y de comunidades que culmina en la judicialización de los procesos de autorización.

 

Cristian Hermansen, director de Actic Consultores y presidente de la Comisión de Energía del Colegio de Ingenieros de Chile.

¿Es partidario del sistema marginalista de precios tal como está funcionando actualmente? ¿Por qué?

No. El sistema supone que hay un equilibrio entre la oferta y la demanda, con unidades eficientes. El problema es que en Chile no se están aplicando los fundamentos del modelo marginalista, debido a que actualmente en el sector de la generación eléctrica se presentan problemas de eficiencia y competencia, por ejemplo la operación recurrente de las centrales diésel.

En un modelo marginalista, ¿cómo abordar el hecho de que las decisiones de un par de empresas pueden afectar al sistema en su totalidad?

Más que un par de empresas, el hecho es que el propio marco regulatorio está dando señales a las compañías, respecto de que no hay incentivos para desarrollar nueva capacidad de generación, conformándose un escenario en el que las empresas simplemente están aprovechando los mayores precios existentes.

¿Existe una falta de competencia en el sector energético?

Sí, existe una falta de competencia en el desarrollo de generación base, tanto de los actuales actores del sector como en la entrada de nuevas empresas.

¿A qué se debe el escaso ingreso de nuevos actores a este sector?

Hay una falta de información para los interesados en ingresar al sector, lo que le hace estar en una situación de desventaja con los actores ya presentes.

Además las exigencias de las licitaciones eléctricas complejizan el ingreso de nuevas compañías. A esto se suma el rechazo que están recibiendo los proyectos eléctricos por temas medioambientales y sociales.