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Dos gigantes de los negocios en una batalla que puede definir el futuro de la energía en EEUU

(Diario Financiero) Son dos gigantes de los negocios. Cada una de sus jugadas es seguidas con devoción por millones de inversionistas en todo el mundo. Y ahora están enfrentados en una batalla comercial que podría definir el futuro de toda una industria en uno de los mayores mercados del planeta.

Por un lado está Warren Buffett, el famoso inversionista apodado el “oráculo de Omaha” que ha superado la rentabilidad del índice S&P 500 en más de 10% durante sus 50 años al mando de Berkshire Hathaway. Con una fortuna de US$ 59.400 millones, es el tercer hombre más rico del mundo, y también uno de los más influyentes.

Del otro lado se encuentra Elon Musk, el emprendedor que a los 28 años fundó la firma de pagos electrónicos PayPal y que vendió a eBay por US$ 1.500 millones. Pero lejos de conformarse con su rápido ascenso, Musk siguió corriendo riesgos, y creó Tesla, el fabricante de autos eléctricos de lujo que se han convertido en objeto de deseo para millonarios y estrellas en todo el mundo, además de SpaceX, la compañía aeroespacial con la pretende colonizar Marte.

Ahora, ambos están enfrentados en una lucha épica que definirá quién dominará la industria de la energía en EEUU en los próximos años y qué modelo de negocio se va a imponer. La confrontación está haciendo que los ciudadanos comunes y las figuras públicas del país tomen partido.

El sol brilla para todos

Musk es el dueño y fundador de SolarCity, una compañía de energía solar que se ha extendido por más de una docena de estados. Pero es mucho más que una generadora o un fabricante de paneles. El éxito de SolarCity está en que ha logrado transformar y masificar el modelo de negocios detrás de la energía solar. La compañía diseña, instala y arrienda sistemas a bajos precios que permiten a los hogares reducir sus gastos en energía, al mismo tiempo que colaboran con el medio ambiente. Para ello ha contado con la ayuda de los subsidios estatales, pero principalmente, de una norma que se conoce como “net metering” y que permite a las familias devolver a la red la energía solar que generan sus paneles y que no consumen, y vendérselas a las compañías distribuidoras, reduciendo de este modo el monto de su factura mensual.

Este mecanismo se ha expandido a más de 40 estados, pero donde ha tenido mayor desarrollo es en Nevada, donde SolarCity es el líder indiscutido. Pero ahora, las generadoras tradicionales están lanzando una contraofensiva.

La red contraataca

NV Energy, la mayor compañía eléctrica de Nevada, es propiedad de Buffett. Su firma de inversiones comenzó a apostar por el sector en 1999 y para 2013 ya había amasado una importante cartera energética, con centrales en áreas de Oregon, Washington, Idaho, Wyoming y Utah. También ha invertido miles de millones en granjas eólicas y plantas solares en California y Arizona.

NV Energy está impulsando una agresiva campaña de lobby con los legisladores de Nevada para limitar la cantidad de energía que un hogar o una pequeña empresa puede generar y presentó una solicitud ante los reguladores del sector para que modifiquen las normas del net metering. A fines del año pasado, se anotó su mayor victoria, cuando la Comisión de Servicios Básicos del estado impuso nuevas reglas que no sólo encarecen cambiarse a la energía solar, sino que deja de ser conveniente para los que ya han instalado estos equipos en los techos de sus inmuebles. Las mismas estrategias se están repitiendo ahora en docenas de otros estados.

Verde de rabia

La confrontación tiene polarizados a los habitantes de EEUU y especialmente a los de Nevada. A mediados de enero, cientos de personas, incluyendo al actor Mark Ruffalo, de la película Hulk, llegaron hasta la oficina de la Comisión para protestar contra la medida, pero el regulador rechazó su solicitud de aplazar la entrada en vigencia de las nuevas normas.

Según estimaciones recogidas por Businessweek, el cambio regulatorio elevaría los costos para los 18 mil clientes de SolarCity en Nevada en US$ 11 mil en los 20 años que dura el contrato de operación.

Pero la batalla todavía no está zanjada y los partidarios de la energía solar pretenden apelar a la decisión de la Comisión ante los tribunales. Y si eso también falla, todavía pueden recurrir a la voluntad popular. Para eso están juntando firmas para que el tema sea incluido en la papeleta de las próximas elecciones del estado, en noviembre.

EEUU: alertan por el efecto del crudo en IPC

(Pulso) La persistente caída de los mercados globales del crudo ha causado una “preocupante” baja en las expectativas de inflación en EEUU que haría que nuevas alzas de tasas de interés sean difíciles de justificar, dijo ayer el presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard.

Desde que comenzó el dramático declive de los precios del crudo en 2014, las autoridades de la Fed han insistido en que el impacto en los niveles de precios de EEUU sería temporal, ya que tocarían fondo en algún punto, lo que permitiría a la inflación acentuarse hasta llegar a la meta del 2% fijada por el banco central.

Bullard dijo que está preocupado de que el desplome de los precios del petróleo haya desanclado las expectativas de inflación, algo que podría hacer que a la Fed le resulte más difícil llevarla a su rango del 2% y obligar a sus funcionarios a repensar las cuatro alzas de tasas de 25 puntos básicos que se esperaban para este año.

“Para mí las expectativas de inflación son un factor clave y si siguen cayendo eso es algo a lo que yo le daría un peso cada vez mayor”, remarcó.

Justamente ayer un sondeo de Reuters a 90 economistas arrojó que la Fed aumentará las tasas de interés sólo tres veces este año, ya que ahora el panorama es más incierto tanto en el país como en otras economías del mundo. También proyectaron que EEUU crecerá 2,5% en 2016, el mismo nivel estimado para 2015 y por debajo del 2,8% previsto hace un año.

Ayer se conoció además que el número de estadounidenses que presentó solicitudes de beneficios por desempleo subió inesperadamente la semana pasada, aunque se mantuvo por debajo de niveles asociados con un saludable mercado laboral.

Los pedidos iniciales de subsidios estatales por desempleo subieron en 7.000 a 284.000 en la semana que terminó el 9 de enero.

TransCanada demanda a EEUU por rechazo de oleoducto Keystone XL

(Reuters) TransCanada Corp demandó el miércoles al Gobierno de Estados Unidos en una corte federal de ese país, sosteniendo que el rechazo del presidente Barack Obama al oleoducto Keystone XL excedió los poderes que le da la Constitución.

Obama rechazó el oleoducto transfronterizo en 2015, siete años después de la primera propuesta para su desarrollo. TransCanada también presentó una acción legal amparándose en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), diciendo que la negativa del permiso para el proyecto fue «arbitraria e injustificada».

La empresa busca una compensación de 15.000 millones de dólares como parte del reclamo por el TLCAN.

Obama rechazó Keystone en noviembre y dijo que el proyecto no sería una contribución significativa a largo plazo para la economía estadounidense.

La Casa Blanca refirió los pedidos de comentarios al Departamento de Estado.

En un reclamo separado, presentado ante una corte federal en Houston, la empresa pide que se invalide la negativa al permiso. También solicita que no se requiera ninguna acción presidencial en el futuro para que continúe la construcción del proyecto.

El oleoducto Keystone XL fue diseñado para conectar redes existentes en Canadá y Estados Unidos para llevar crudo desde Alberta y Dakota del Norte a refinerías en Illinois y, eventualmente, hasta la costa del Golfo de México.

El proyecto afrontó una dura oposición de grupos ambientalistas en Estados Unidos.

EEUU levanta la prohibición para las exportaciones de petróleo

EEUU levanta la prohibición para las exportaciones de petróleo

(Diario Financiero) No hay nada tan permanente como un programa temporal de gobierno, dijo Milton Friedman. Rara vez resulta falsa esta sentencia. La decisión del Congreso de EEUU de levantar la casi completa prohibición que regía sobre las exportaciones de petróleo es una largamente demorada victoria para la cordura económica.

Los 40 años de prohibición han canalizado las rentas hacia las refinerías y han limitado el suministro de capital para la industria petrolera estadounidense. También ha dañado la credibilidad del apoyo de Estados Unidos al libre comercio. En una era de cinismo justificado sobre la capacidad del Capitolio para entregar una política productiva, el acuerdo demuestra lo que se puede hacer. Paul Ryan, el recientemente elegido portavoz republicano, merece el crédito por liderar a una Cámara de Representantes crónicamente dividida.

Sin embargo, el impacto de la decisión no debe exagerarse. Con los precios globales del petróleo por debajo de US$ 40 por barril, levantar la prohibición no es una varita mágica para la asediada industria petrolera estadounidense. Tampoco va a crear algo parecido a 1 millón de nuevos puestos de trabajo, como proclamó Ryan.

Su poder radica en el largo plazo a medida que hace que los mercados sean más eficientes. La prohibición era una reliquia de la respuesta de EEUU al embargo que impuso la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en los años ’70 que no servía para nada más que para subsidiar a las refinerías estadounidenses. Al ayudar a mantener los precios a un nivel artificialmente bajo también ha impulsado el consumo y reducido los incentivos de la industria para invertir. Ryan eligió un buen momento para presionar por ello. Los consumidores estadounidenses están pagando menos de US$ 2 por galón (3,7854 litros) en algunas partes del país, lo que amortigua cualquier daño que pudiera causar, aunque en el corto plazo se espera que el impacto sobre los precios minorista sea muy bajo.

Al levantar la prohibición también debería haber efectos positivos para los mercados en otros lugares. Países como India, que importa casi en su totalidad de los países de la OPEP, lleva mucho tiempo esperando que EEUU abra su suministro doméstico a la exportación. Cualquier paso que profundice en la eliminación de la dependencia de países como Rusia o Arabia Saudita debe ser aplaudido.

Los críticos dicen que el acuerdo envía una señal incorrecta pocos días después de que se firmara un acuerdo global sobre el cambio climático en París. Sus temores están fuera de lugar. Con la eliminación del subsidio para el consumo doméstico, se acelerará el cambio hacia vehículos con mayor eficiencia de combustible. Por otra parte, las compensaciones que permitiron el acuerdo incluyen una extensión de cinco años en los créditos fiscales para la energía eólica y solar. En ausencia de un precio para el carbono en EEUU, las exenciones de impuestos son una forma legítima de nivelar el campo de juego. Los créditos incluyen límites sensatos que ayudarán a poner a las renovables en el camino hacia la viabilidad.

El acuerdo también envía una señal política alentadora. El Congreso ha merecido sus cada vez más bajos índices de aprobación en los últimos años. En términos de producción legislativa, desde 2010 ha sido el período menos productivo de su historia. Esto podría cambiar ahora que ambos partidos muestran una renovada capacidad de compromiso.

Puede ser demasiado pronto para declarar un nuevo amanecer para la política constructiva en Washington, que todavía se ve como una fantasía. Pero tras años de política suicida, un retorno al desordenado toma y daca antiguo, contaría como progreso.

IPC de Estados Unidos se mantiene sin cambios por caída en costos de energía

(Diario Financiero) Las presiones inflacionarias subyacentes subieron en Estados Unidos en noviembre, lo que podría dar confianza a la Reserva Federal para elevar las tasas de interés hoy, pese a que los menores costos de los combustibles hicieron que los precios al consumidor se mantuvieran estables.

El índice de precios al consumidor no se movió después de un avance de 0,2% en octubre, informó ayer el Departamento del Trabajo, justo en el primer día de la última, y clave, reunión de política monetaria de la Fed del año. Pero la medida subyacente, que excluye a los elementos volátiles como alimentos y combustible, subió 0,2% por tercer mes consecutivo, reflejando el alza en el costo de los arriendos, las tarifas de las aerolíneas, los autos nuevos y la salud.

El hecho de que el crudo esté en su menor nivel desde la crisis financiera global en 2009 podría mantener la inflación por debajo de la meta de 2% de la Fed, pese a que impulse el poder de compra de los estadounidenses. La respuesta de las autoridades monetarias es que los bajos costos de la energía y la apreciación del dólar son influencias transitorias en la inflación.

“Los bajos precios de la energía y la presión de un dólar fuerte seguirán siendo fuerzas desinflacionarias”, dijo Millan Mulraine, vicedirector de investigación y estrategia para EEUU de TD Securities, a Bloomberg. “Tomará un tiempo para que la inflación regrese al nivel deseado por la Fed, pero se está moviendo en la dirección correcta”.

El IPC aumentó 0,5% en los doce meses que terminaron en noviembre, su mayor alza este año, después de un avance de 0,2% año sobre año el mes anterior.

El IPC subyacente subió 2% respecto de noviembre del año pasado, su mayor salto desde mayo de 2014, después de aumentar 1,9% en el período de doce meses previo.

Los costos de la energía bajaron 1,3% respecto del mes previo. Los precios de los alimentos descendieron 0,1%. La ropa y los vehículos usados también bajaron el mes pasado.