El desarrollo de las nuevas tecnologías está facilitando la implementación de cambios de alta relevancia en el mercado eléctrico, introduciendo mayor eficiencia en sus kpi, lo que se traduce en una red inteligente o smart grid que permite efectuar una distribución de energía eléctrica con características nunca antes imaginadas, tales como facilidad operativa de monitoreo de usuarios, mayor eficiencia en la distribución y también la creación de eslabones de energía.
Esto permite la redistribución de excedentes eléctricos a través de la creación de mini redes complementarias y alternas que actúan para que en casos de cortes de energía se puedan efectuar distribuciones por áreas geográficas programadas, pasando de manera rápida la energía eléctrica de un eslabón a otro.
Esto último se constituye en un factor muy estratégico para las compañías distribuidoras, por cuanto estamos observando cada vez con mayor frecuencia cómo el cambio climático constituye una amenaza a las redes de distribución actuales (producto de la ausencia de distribución subterránea).
Se espera que este tipo de tecnología vaya apuntando a actuar como complemento en una mejor capacidad de respuesta que las compañías distribuidoras eléctricas ofrecen y a su vez implicará menores multas para las mismas, con lo que se va conformando un círculo virtuoso de toda esta nueva tecnología.
A nivel de usuario, que es la preocupación final de los oferentes de energía eléctrica, las smart grid también permitirán auto monitoreo en línea, con la finalidad de evitar cortes y maximizar el uso de los tendidos eléctricos. El uso de sensores para monitorear los transformadores en línea evitarán riesgos de cortes de energía y también de contaminación ambiental permitiendo contribuir con un medio ambiente mucho más limpio, amigable y sustentable.
Todo esto, sumado a la posibilidad que existe de medir las pérdidas de energía en el proceso de distribución, contribuirá a reducir ineficiencias e irán en línea con el impacto que la electricidad tiene a nivel de los procesos productivos.
Esto influye significativamente en los costos de producción, donde las nuevas tecnologías están empezando a intervenir de manera directa en modelos de inteligencia artificial que cada día penetran más y más en el mercado logrando optimizaciones importantes.
La era de la digitalización e inteligencia artificial llegaron para quedarse y tenemos el privilegio de ser parte de este gran proceso de cambio.