Las dedicaciones inmediatas del nuevo ministro

Editorial de revista ELECTRICIDAD. Durante las últimas semanas, antes de que Máximo Pacheco y Jimena Jara asumieran en plenitud los cargos de ministro y subsecretaria de Energía respectivamente, ambos personeros designados sostuvieron una importante cantidad de reuniones tanto con las autoridades en ejercicio como con las asociaciones gremiales, organismos e instituciones del rubro. ¿Los objetivos? Interiorizarse en pleno y absorber la mayor cantidad de información de boca de los propios expertos del sector acerca de la situación actual de la industria de la energía en Chile. Independiente de la importancia de esas reuniones, donde las nuevas autoridades se hicieron una completa figura del sector y de la industria a la cual deberán dedicarse por los próximos cuatro años, existe pleno conocimiento tanto en Máximo Pacheco como en Jimena Jara de los asuntos que los mantendrán ocupados casi en la totalidad de su tiempo y los que tienen que ver con sacar adelante aquellas materias que por diversos motivos la administración anterior no pudo llevar adelante. En ese plano se encuentran leyes como la que impulsará la llamada carretera eléctrica pública, y también la normativa respecto de la futura interconexión entre los sistemas eléctricos SIC y SING, marcos legales que fueron los únicos entre los propuestos por la administración de Sebastián Piñera que no alcanzaron a ser leyes de la República. Pero sin lugar a dudas, y existe consenso al respecto, que la tarea primordial y la que le restará gran parte del tiempo al titular de Energía y a su equipo será trabajar en pos de la reapertura y darle un nuevo impulso a la cartera de proyectos eléctricos, la que en estos últimos cuatro años estuvo prácticamente estancada. Igual de relevante que lo anterior, HidroAysén marcará en cierto sentido la pauta de la actual administración energética, al requerirse en forma urgente de una definición más concreta respecto del futuro inmediato del proyecto. La presidenta Bachelet ha sido clara en señalar que en las actuales condiciones esa iniciativa es inviable, declaración que lejos de sepultar el proyecto le abre la posibilidad de que una vez mejorando esas condiciones sí se pueda materializar para beneficio del país. Máximo Pacheco tendrá una responsabilidad no menor en este tema, porque la decisión que se tome al respecto sentará precedente en torno a si este Gobierno podrá sobreponerse al estancamiento de la cartera de proyectos o, por el contrario, dará una nueva señal de que en Chile invertir en iniciativas de cualquier índole es extremadamente complejo. En ese contexto, el Gobierno de Michelle Bachelet y su administración energética tienen una oportunidad única para demostrar que lo que no se hizo en cuatro años, si bien fue tiempo perdido para el país, se puede recuperar con trabajo, disposición, comunicación, consensos y altura de miras.