Actualmente contamos con información que, en la mayoría de los casos, nos impide avanzar o iniciar medidas concretas frente a las tendencias sociales y culturales en las relaciones de género en el mundo de las empresas, por lo que quisiera compartirles datos específicos de valor, tanto a nivel global como local.
En el primer ámbito es destacable Fortune, con las 500 mayores empresas de capital abierto, donde las organizaciones con equipos balanceados son más competitivas e innovadoras y son un 35% más rentables y productivas, lo que ha promovido que las mayores compañías busquen equiparar los equipos directivos, dado que hay una valoración a liderazgos más empáticos y adaptables, rasgos que tradicionalmente son asociados al género femenino.
También está el aporte del Instituto de Investigación de Crédit Suisse, el cual indica que las acciones donde participan mujeres directivas cotizan un 26% más, concluyendo que la paridad de sexos en los consejos de administración y altos cargos genera mayor rentabilidad. Además, la transformación digital ha originado a modelos de trabajo flexibles y al teletrabajo, colaborando así con la corresponsabilidad de hombres y mujeres en trabajo no remunerado.
A nivel local, específicamente en energía, el pasado 26 de abril de 2019, se presentó el estudio Energía+Mujer: «Avances 2018 y Desafíos 2019», donde se dio a conocer que las mujeres solo cuentan con un 17% de representación a nivel gerencial (Directoras, Gerentas, Sub Gerentas, Ceo y Supervisoras), de las cuales reciben un 38% menos de remuneración ( En el caso de las Gerentas).
Por otra parte, 75% de las mujeres que trabajan en el sector de energías renovables afirman enfrentar barreras y dificultades al momento de desarrollar sus carreras profesionales. Para mejorar esta realidad en Chile contamos con una Norma Chilena: 3262:2012 Sistema de Gestión de Igualdad de Género y Conciliación de la vida laboral, familiar y personal, la cual es pionera a nivel Latinoamericano, además de que integra igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, buscando generar cambios a nivel personal y familiar por intermedio de la corresponsabilidad desde el hogar.
Entre sus beneficios esta normalogra mejorar el ecosistema empresarial, su prestigio y competitividad, con lo cual mejora la calidad de vida de sus colaboradores, retiene el talento y a la vez mejora los indicadores de productividad y rentabilidad. Una vez que la empresa ya está certificada, se puede optar al Sello Iguala-Conciliación entregado por Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género.